Marruecos expulsa a dos periodistas franceses por falta de permisos

Uno de los periodistas explicó que suelen "ignorar" las solicitudes de los periodistas.

Las autoridades de Marruecos han detenido y expulsado del país a dos periodistas franceses de una agencia de noticias que realizaban, sin permiso, una entrevista a los responsables de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH).


Un portavoz de esta ONG --la más influyente en materia de derechos y libertades--, Adil Yousfi, ha explicado al portal 'Yabiladi' que "diez policías vestidos de civil" se personaron el domingo en las oficinas en torno a las 17.00 (hora local), cuando los periodistas realizaban la entrevista.


"Exigían que les entregásemos a nuestros invitados, algo que rechazamos categóricamente", ha dicho Yousfi. Finalmente, fueron los propios periodistas, de la agencia televisiva Premières Lignes, quienes decidieron entregarse ante los agentes.


Otro miembro de la ONG, Yusef Raissuni, ha explicado que los reporteros galos habían viajado a Marruecos para realizar un reportaje sobre el Movimiento del 20 de Febrero, del que se cumple la próxima semana el cuarto aniversario.


Las autoridades argumentan que los periodistas no solicitaron autorización del Centro Cinematográfico Marroquí (CCM) para grabar su reportaje. El Ministerio de Comunicación ha confirmado en un comunicado la falta de esta autorización, según 'Yabiladi'.


Interior, por su parte, ha aludido en otra nota a los "movimientos sospechosos e ilegales" de los dos periodistas y ha dicho que las autoridades intentaron "muchas veces" hablar con ellos antes de proceder al arresto.


El director de Premières Lignes, Benoit Bringer, ha admitido que carecían de permisos. "Enviamos nuestra petición hace dos semanas, pero no recibimos ninguna respuesta, por lo que nuestros reporteros decidieron ir sin ella", ha añadido, según Reuters.


El presidente de Freedom Now, Maati Monjib, ha explicado a esta agencia que es una táctica habitual del Gobierno de Marruecos "ignorar" las solicitudes de periodistas extranjeros para ponerles en la tesitura de renunciar a su viaje o entrar en el país y arriesgarse a la expulsión.


El mes pasado, las fuerzas de seguridad se incautaron temporalmente de las imágenes grabadas en un debate por trabajadores de la cadena de televisión gala France 24.