El maestro aragonés César Bona sabrá este viernes si es uno de los 10 mejores del mundo

El ganador del Global Teacher Prize, que se llevará un millón de dólares, no se conocerá hasta el 16 de marzo.

César Bona, antes el balón y ahora el globo.
El maestro aragonés César Bona sabrá este viernes si es uno de los 10 mejores del mundo
G. Mestre

Desde el pasado mes de diciembre se sabe que el profesor del colegio público Puerta Sancho César Bona es uno de los 50 mejores del mundo, pero será este viernes cuando el Global Teacher Prize, conocido como el ‘Nobel de educación’, señale a sus 10 finalistas.


El aragonés fue seleccionado entre los 5.000 maestros que se presentaron en el concurso, procedentes de 127 países, para optar al millón de dólares en juego. El premio quiere ser un reconocimiento a estos profesionales, en especial a aquellos que sean innovadores e inspiradores y participen en debates públicos acerca de la educación.


César Bona coincide con la descripción. Desde su primer destino como profesor, en el colegio Fernando el Católico del barrio Oliver de Zaragoza demostró que educar era mucho más que hacer aprender la lección. Allí, alumnos y profesor montaron una obra de teatro que mejoró la asistencia y él aprendió a tocar el cajón.


De ahí, a Bureta en 2009 y un nuevo proyecto: que los niños de la escuela unitaria rodasen una película muda, titulada ‘La importancia de llamarse Applewhite’, que terminó dando vueltas por el mundo, hasta llegar a los festivales de México, Bristol y Bangladesh y obtener el premio Crearte del Ministerio de Cultura.


La siguiente parada estuvo en Muel, en el CRA Olba. Todo comenzó con la llegada del circo y siguió con la creación de una protectora de animales, El cuarto hocico, y continuó con Children for Animals, una red internacional que sigue su labor. Un trabajo que también tuvo su reconocimiento, con el primer premio del Concurso Nacional de Ecoiniciativas entre otros muchos.


Ahora, en el colegio Puerta Sancho, las clases siguen siendo especiales. Por ejemplo, cada niño tiene un rol y unas obligaciones propias de su cargo, como apuntar los momentos divertidos o quién habla demasiado. Una forma diferente de enseñar con un profesor que puede convertirse en el mejor del mundo… y no solo para sus alumnos.