El albergue municipal bate este invierno sus récords con más de 200 personas cada noche
El plan de emergencias por frío cuenta con unos módulos prefabricados y un hostal privado.
Hace dos años, en una noche de mucho frío en Zaragoza, el albergue municipal se vio desbordado, con gente durmiendo en el suelo y por los pasillos. Aquel día, los responsables del albergue comenzaron a diseñar un plan de emergencias para el frío, que este invierno está funcionando muy bien y batiendo todos los récords.
Desde hace al menos dos semanas, coincidiendo con los días más fríos del invierno, cada noche duermen en el albergue más de 200 personas. El récord histórico se batió el jueves de la semana pasada, con 215. Este domingo se acercaron a esta cifra, con 211 personas alojadas (17 de ellas mujeres).
El plan incluye las instalaciones del albergue (habitaciones compartidas, habitaciones individuales, módulos familiares), unos módulos prefabricados en el patio y un acuerdo con un hostal privado en la calle Predicadores al que se deriva a gente cuando el centro está lleno, como ocurre estos días.
El Plan de emergencias por frío se activó el 9 de noviembre y continuará hasta marzo. Durante este tiempo, todas las personas que acudan al albergue tienen garantizado alojamiento durante todo el tiempo que quieran. En el albergue ordinario la estancia permitida es de 6 días cada tres meses (aunque hay situaciones excepcionales que permiten alargar la estancia, como el caso de la gente que está esperando su solicitud del IAI).
"Somos el único albergue de una gran ciudad de España que garantizamos alojamiento durante el invierno a todas las personas que quieran. Se les pide un mínimo de orden y buen comportamiento, y el resultado está siendo muy bueno. No ha habido incidentes, salvo algún hecho aislado", afirma el director del albergue, Gustavo García.
El albergue ordinario cuenta con 85 habitaciones (72 de hombres y 13 de mujeres), 11 apartamentos y el espacio de la Casa Abierta. Durante el periodo de frío se habilitan 60 camas complementarias repartidas en dos habitaciones grandes y dos módulos prefabricados en el patio, que se instalaron el invierno pasado. Además, para los días de mayor afluencia, se ha firmado un convenio con un albergue privado.
"Con este plan, garantizamos unas condiciones dignas, evitamos la masificación en el centro y se han reducido mucho los problemas. Ahora por las noches la gente espera dentro del patio para ser atendida y se evitan las molestias al vecindario", subraya Gustavo García.
El centro proporciona cama y comida. Durante todo el año, se ofrecen desayunos tanto para las personas alojadas como para los que vienen de fuera. El plan de emergencia también incluye cena para todos (bocadillo y leche caliente). Y para el mediodía se puede solicitar una tarjeta de comidas que vale para un mes (se puede pedir cada tres meses).
