​Jorge Aznar, el 'gran reserva' de Vera del Moncayo

Nació el 21 de enero de 1915 y es el primer centenario de Vera del Moncayo, en la Comarca de Tarazona.

Jorge Aznar, rodeado de su familia en la celebración de su centenario
​Jorge Aznar, el 'gran reserva' de Vera del Moncayo
Ayuntamiento de Vera del Moncayo

En Vera del Moncayo (Zaragoza), Jorge Aznar acaba de celebrar su 100º Aniversario. Este vereño es uno de los casi 500 aragoneses que nacieron en el comienzo de la I Guerra Mundial y que hoy todavía siguen al pie del cañón.


Desde los 14 años ha dedicado su vida a la albañilería y dicen los vecinos que en sus buenos tiempos hacían falta un par de obreros para seguir su ritmo de trabajo. Se jubiló a los 65 años y, desde entonces, no ha parado. De hecho, asegura que está “mejor de pie que sentado”. Aún hoy, sumando la centena, sigue cuidando las hortalizas que planta en el huerto para su familia. En el bar nunca falta a su partida de guiñote después de comer y asegura que lee el periódico diariamente y sin necesidad de utilizar las gafas. “También me bebo todos los días un copa de vino que yo mismo elaboro con las uvas de garnacha que tengo en una viña que todavía conservo”, confiesa el centenario al preguntarle por sus secretos para llegar hasta esta edad. Y es que Jorge es el primer vecino de Vera en alcanzar la centena, o al menos, que sus actuales habitantes recuerden. Aznar el ‘gran reserva’ de esta pequeña localidad de la Comarca de Tarazona y el Moncayo.


Este miércoles el Ayuntamiento de Vera del Moncayo le quiso rendir un caluroso homenaje junto a su familia y sus vecinos. Junto a él, también estuvieron su mujer, Carmen quien también alcanza ya los 94 años, sus hijos, sus nietos y su bisnieto. “Ha venido todo el mundo a casa y estoy encantado”, asegura Aznar mientras todavía se escuchaban las jotas que una rondalla le había ido a cantar. Pero sus regalos preferidos, además del bastón grabado que le ha regalado el consistorio, han sido dos libros: ‘Los últimos días de la República’ y ‘Españoles en Mauthausen’. Y es que si algo le ha marcado su vida, ha sido la guerra. Combatió en el frente y recibió un tiro. Pero salió ileso. También cogió dos veces las fiebres púdicas, pero también logró superarlas.


“Es un superviviente nato y goza de una salud increíble. Esta fuerte y no toma ninguna pastilla. Y lo más importante, tiene una memoria inigualable”, cuenta orgulloso uno de sus hijos. “Estuvo en la guerra, porque le tocó a su quinta y hay detalles que hemos encontrado en libros que mi padre ha corregido, se acuerda de todo perfectamente”, añade.La tasa de envejecimiento se ha multiplicado casi por tres


Durante las últimas cuatro décadas, la tasa de envejecimiento se ha multiplicado casi por tres en Aragón y, junto a Cantabria, es la quinta Comunidad más envejecida de España. Solo Asturias, Castilla y León, Galicia y el País Vasco se sitúan por delante. La mayores cotas de envejecimiento las presenta la provincia de Teruel, que alcanza los 45,5 años de edad media, frente a los 44,7 de Huesca y los 43,5 de Zaragoza. De hecho, en la última década la esperanza de vida ha pasado en Aragón de los 80 años a los 82,7.Salud y pensiones

Además, las perspectivas prolongan esta tendencia. Si las proyecciones de población del INE aciertan, dentro de una década la Comunidad tendrá 27.000 jubilados más que en la actualidad, mientras que caerán tanto el número de menores de 16 años como el de personas en edad potencial de trabajar, de entre 16 y 65 años.


Y dado este condicionante, dos son los retos que afrontan los aragoneses: el estado de salud de sus vecinos y el mantenimiento de las pensiones. En cuanto al primero, la Comunidad presenta niveles razonables, según la última Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, realizada por el Ministerio de Sanidad. Este estudio revela que el 53,7% de los aragoneses considera que su estado de salud es bueno y el 19,7% incluso muy bueno, mientras que un 19,8% lo califica de regular, el 5,1% de malo y el 1,6% de muy malo.


Sin embargo, algo más de uno de cada dos (otra vez el 53%) dice tener una enfermedad o un problema crónico de salud, cuatro puntos más que la media nacional, un dato que apunta al envejecimiento de la población, según las fuentes ministeriales.


Por otro lado, la pirámide poblacional, cada vez más desfigurada, amenaza el tan manido mantenimiento del sistema de pensiones. En Aragón, la proporción entre cotizantes y dependientes se ha ido estrechando en estos años de crisis. Mientras en 2007 había 2,1 personas activas por una pasiva, en la actualidad apenas hay 1,2.


La reducción de la actividad laboral en la Comunidad en los últimos años lleva a que en la actualidad casi 400.000 personas tengan en las arcas públicas nacionales su principal fuente de ingresos, lo que ha hecho saltar las alarmas -y más teniendo en cuenta que al Gobierno central no le tiempla el pulso a la hora de meter mano en el saco de las pensiones-.