David García, zaragozano de 38 años, ha pasado de trabajar en una gran empresa del sector del metal haciendo camas de hospital a montar y vender ruedas de bicicleta desde una habitación de su casa. David se quedó sin trabajo tras un ERE y el año pasado empezó su nuevo negocio: Nosoloruedas.

"Después de 14 años trabajando en la misma empresa, fui una víctima más de la crisis. Me quedé en el paro y estuve meses buscando trabajo, pero no encontraba nada. Siempre me han gustado mucho las bicis y me animaron a montar un negocio relacionado con la bicicleta. Abrir una tienda es muy caro y entonces pensé que podía montar las ruedas y venderlas por internet. Capitalicé el paro y el 1 de marzo empecé esta nueva etapa", cuenta David, padre de dos hijos, ciclista aficionado y ahora también empresario.

Este emprendedor compra las piezas por separado a distintos proveedores, luego monta las ruedas en casa y las vende por internet. Sus clientes son ciclistas aficionados y también gente que compite. "Estoy contento con el balance de los primeros meses. Poco a poco me va conociendo más gente y voy vendiendo más ruedas. El boca a boca es fundamental", cuenta.

Aunque reconoce que el camino es difícil. "Tengo ayuda de toda la familia, sin ellos no podría sacar adelante el negocio. Para ganarte la vida como autónomo hay que dedicar muchas más horas que como trabajador por cuenta ajena. A veces es difícil compaginarlo con la vida familiar. No desconectas nunca", afirma.

En el lado positivo, David destaca la libertad para organizarse y defiende que el autoempleo puede ser una opción para mucha gente. "Yo no encontraba nada y decidí crear mi propio trabajo", subraya.