Fallece tras pasar una semana en coma el exmilitar agredido en la calle del Temple

El hombre, de 49 años, recibió un fuerte puñetazo y cayó al suelo, donde se golpeó la cabeza produciéndose un traumatismo craneal.

El exmilitar Jesús Cortés, víctima de una agresión el pasado día 13 en la calle del Temple, falleció este sábado por la tarde tras pasar una semana en coma en el Hospital Clínico de Zaragoza. Los médicos que le asistían advirtieron por la mañana a la familia de que su estado era crítico y les pidieron que se prepararan para lo peor. Y todas sus esperanzas se desvanecieron sobre las 20.30, cuando les confirmaron el fallecimiento, tal y como adelanta HERALDO DE ARAGÓN en su edición de papel de hoy.


La víctima, de 49 años, recibió un fuerte puñetazo en la cara durante una pelea, cayó al suelo y se golpeó la cabeza. Sin embargo, cuando la ambulancia lo llevó al hospital se pensaba que únicamente presentaba una fractura nasal. Pero no era así, ya que como consecuencia de la caída sufrió también un grave traumatismo craneoencefálico que le hizo entrar en coma poco después de llegar a urgencias. Tras practicar diferentes pruebas al paciente, los médicos explicaron a su familia que las lesiones eran realmente graves y que los daños cerebrales podrían ser irreversibles.El agresor acudió a Jefatura

Aunque los hechos se produjeron en la madrugada del sábado día 13, no fue hasta tres días después cuando el agresor acudió a la Jefatura Superior de Policía para identificase y reconocer su participación. El hombre, J. P. A., de unos 45 años, explicó que se peleó con el exmilitar tras tener un encontronazo en el interior del bar Licenciado Vidriera, ubicado en la esquina de la plaza del Justicia y la calle del Temple. Declaró también ante el Grupo de Homicidios que ambos salieron a la puerta del local para arreglar el asunto y empezaron a lanzarse puñetazos. Fue precisamente uno de estos golpes el que alcanzó a la víctima en el rostro y le hizo caer desplomado.


El agresor, al que la Policía ya había conseguido identificar antes de que acudiera a entregarse, reconoció también que tanto él como su oponente estaban bastante bebidos.En su caso, concretó que había estado de celebración con unos compañeros de trabajo y que se había bebido once güisquis entre las 19.00, cuando salió, y las 3.15, hora en se produjo la pelea.


Tras permanecer casi 24 horas en dependencias policiales, el hombre fue trasladado al juzgado de guardia, donde compareció asistido por su abogado, Fernando Lacruz.Finalmente, el magistrado de guardia dictó auto de libertad provisional, sin fianza pero con medidas preventivas. De hecho, J. P. A. no puede salir del país y tendrá que comparecer semanalmente en el juzgado de instrucción que se encargue de investigar el caso. Aunque estas medidas se podrían revisar tras el fallecimiento, que supondrá que se le impute un delito de homicidio.