Recientemente, en el Debate sobre el Estado de la Ciudad el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó la propuesta de CHA para promover un estudio pormenorizado para la creación de supermanzanas en los barrios de Delicias, Torrero, San José y Las Fuentes, a tenor de los resultados de la aplicación de experiencias similares en ciudades como Vitoria, Barcelona o La Coruña.

El planteamiento de CHA contempla el desarrollo de un estudio piloto en alguna de las zonas planteadas de manera que pueda incorporarse como propuesta en la revisión del Plan de Movilidad Sostenible de la ciudad de 2015. "Queremos que salga adelante para poder contrastarla con experiencias de otras ciudades, y ver si tiene la potencialidad suficiente como para trasladarla con eficacia a otras partes de la ciudad, y nosotros creemos que sí", explica el concejal de CHA Juan Martín.

El concepto de supermanzana define células urbanas con una organización de las funciones residenciales en ámbitos superiores a la propia manzana de pisos, en las que se aportan soluciones de movilidad, devolviendo el protagonismo al ciudadano frente al vehículo privado. "Se busca liberar espacio público en las calles interiores de algunas manzanas de barrios tradicionales donde hay calles inundadas de coches para convertirlos en espacios públicos pacificados y peatonalizados", apunta Martín. “Se trataría de establecer una red diferenciada para cada modo de transporte y jerarquizar ese espacio, llevando los vehículos privados del interior de las calles más pequeñas y estrechas a las grandes vías exteriores y dejándolas para el tránsito peatonal”.

Desde la formación nacionalista apuntan varias zonas para el estudio de esta propuesta, como Delicias, el entorno de la antigua cárcel de Torrero, viviendas sindicales de Las Fuentes o viviendas de la zona de Rebolería. “Estamos hablando de zonas de calles con tráficos de circulación de los vecinos que viven en la zona”, comenta Martín.

¿Cuál sería la fórmula para sacar los vehículos privados? “No es cuestión de decir usted ya no puede aparcar aquí. Sería plantear fórmulas para subvencionar la salida de los vehículos que están todo el día aparcados en la calle, y que se les permita aparcar en otro sitio”, explica el concejal, como párquines subterráneos o aparcamientos disuasorios. “Sería estudiar qué posibilidades hay en cada zona, pero en algunos sitios como Rebolería, Las Fuentes o la antigua cárcel de Torrero hay aparcamientos infrautilizados”, comenta Martín, quien incide en que “distritos como el 22@ y Gracia en Barcelona, o en otras zonas de Vitoria, Ferrol y La Coruña se han puesto en marcha planes similares con éxito”, comenta Marín.

Concepto urbanístico y de movilidad

Desde un punto de vista teórico, el concepto de supermanzana en Zaragoza no es nuevo, explican desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento. “Ya se van manejando estos conceptos en los años 70 con la planificación del Actur”, dice Ramón Betrán, Jefe de Servicio Técnico de Planeamiento del Consistorio. En el caso del Actur ya se plantea algo parecido puesto que “cada manzana del conjunto tiene que tener acceso por un lado exterior por donde discurre el tráfico rodado y de paso, y el resto de los espacios públicos a los que recae puede constituir plazas, jardines, calles peatonales o calles residenciales”, de manera que se consiguen así núcleos de convivencia vecinal que suelen asociarse a determinados servicios colectivos.

Y, “de manera más decidida”, se habló de supermanzanas en la planificación de Valdespartera. “Es la tipología de vivienda, también llamada vecindario, compuesta por grupos de cuatro manzanas de viviendas divididas por dos calles residenciales, con mucha superficie verde, en la que los coches tienen que ir a 20 por hora y 50 en las calles de alrededor”, explica Betrán, como sería el caso de los grupos entre las calles Ciudadano Kane, El Halcón Maltes, La Ventana Indiscreta y El Paseo de los Olvidados, y las del entorno. Incluso también se plantea un concepto parecido en la planificación de Grupo Giesa, en Las Fuentes.

El reto de la aplicación del concepto parece que llega cuando hay que desarrollarlo en barrios consolidados. En la propuesta que no salió adelante para la mejora de San José y Las Fuentes, de 2010, se planteó extender este principio a todo el conjunto, restringiendo al máximo las calles de tráfico convencional y convirtiendo el resto en residenciales, retirándose gran cantidad de vehículos que hoy se aparcan en ellas y creando estacionamientos de residentes que cubrieran áreas de 300 a 500 metros de radio. “Esto tiene que partir de estudios muy a fondo para ir poco a poco, con realismo, porque todo lo que sea retirar plazas de estacionamiento supone que hay que ir creando al mismo tiempo una alternativa, tanto por razones económicas como para no provocar el conflicto vecinal”, apunta el técnico.