El vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, tiene previsto presentar esta semana, posiblemente el jueves, el presupuesto de 2015 con el objetivo de iniciar su tramitación. Así lo anunció ayer tras comparecer a petición del PP en la comisión de Economía y Hacienda, en la que también quedó en evidencia que no cuenta con una mayoría política para aprobar las cuentas en el pleno. Es más, ni siquiera han comenzado las negociaciones con el resto de los partidos políticos (precisa del apoyo de CHA y de IU o del PP).

Con este escenario, Gimeno informó de su voluntad de que en 2015 haya presupuesto, pero hizo un aviso, ante la propuesta del PP de negociar un acuerdo: el PSOE descarta alcanzar un pacto en solitario con los populares. "Intentaremos llegar a un acuerdo con CHA e IU al que se invitará al PP". E hizo un advertencia a los minoritarios, que han respaldado los presupuestos del PSOE en los últimos tres años. "Es mejor tener presupuesto. Si no, significaría la desaparición de un número importante de entidades sociales, dado que tendrían dificultades para pagar las nóminas", afirmó.

No desveló grandes novedades de las cuentas que está preparando el gobierno. Hasta ahora, las previsiones municipales apuntan a un presupuesto de unos 670 millones de euros y que no presentará cambios destacados respecto a este ejercicio. Con la opción de incrementar los gastos no financieros un 1,7%, el margen rondará los 8 o 10 millones, que en principio se destinarán a suplementar las grandes contratas. Las inversiones crecerán ligeramente, hasta unos 52 millones.

En el debate surgió la cuestión de las transferencias del Estado. Gimeno detalló, a pregunta de CHA, que en esta ocasión descienden en 5 millones. Se transferirán 264,13 millones, que se deberán reducir en 12 por la liquidación de 2013 y en 9,1 por las de 2008 y 2009, que estaban aplazadas. En total, quedarán 243,23 millones frente a los 248,4 de 2014, lo que matiza la tendencia al alza de las transferencias estatales de los últimos años. "Es lo que hay", asumió Gimeno.

Pero al margen de las cifras, pendientes de concreción, el debate se centró en lo político. Los populares defendieron "una negociación pura" y recordaron a Gimeno que si no se alcanza un acuerdo antes de la aprobación de las cuentas por parte del gobierno, lo único que podrán hacer los grupos es presentar enmiendas para mover partidas dentro de la misma área del presupuesto. El edil del PP Jorge Azcón dijo que si el gobierno limita el margen negociador "se dificultará la posibilidad de llegar a un acuerdo". "Auguramos el fracaso del tripartito y tenemos la sensación de que no van a ser capaces de ponerse de acuerdo. Van a anteponer sus intereses electorales", dijo el edil, que apuntó a IU como grupo que va a desmarcarse ahora del PSOE.

El portavoz de IU, José Manuel Alonso, evitó el debate presupuestario y se limitó a decir que está "convencido en la necesidad de un presupuesto". "¿Negociado con quién? Lo más a la izquierda posible. Pero a cualquier precio y a toda costa, en año electoral, no", zanjó. Carmelo Asensio, de CHA, defendió también la necesidad del presupuesto. "El entendimiento que ha habido en los últimos tres años no puede ser que no se dé en 2015", afirmó. "El presupuesto debe ser eminentemente de izquierdas y seguir manteniendo unas políticas sociales y de empleo", concluyó.