El Ayuntamiento de Tauste congelará la mayor parte de sus tasas e impuestos para el próximo año, aunque los vecinos deberán pagar más por el agua y la recogida de basuras. 

"Hemos preferido congelar el máximo de tasas e impuestos como en el caso del IBI, con reducción del tipo del 0,60 al 0,57 en la urbana y del 0,65 al 0,64 en la rústica de manera que la presión fiscal no aumente para los contribuyentes", explica el alcalde, Miguel Ángel Francés (PP). 

Como ya ocurrió en años anteriores se han vuelto a acordar subidas para el abastecimiento de agua y la recogida de basuras. Dos servicios que siguen siendo muy deficitarios para las arcas públicas. En el caso del agua, y a pesar de la subida, el Consistorio seguirá soportando un 28% del coste del servicio, es decir 169.500 euros. La subida, de media del 2%, penalizará los mayores consumos. 

Los dos primeros tramos de consumo hasta 30 metros cúbicos mantendrán el mismo precio, lo mismo que para el consumo industrial hasta la misma cantidad. El resto de los tramos experimentará una subida de un 5%. El alcalde destaca que "se ha realizado un esfuerzo grande por no gravar el precio en demasía y en particular en los tramos que corresponden a las familias más modestas".

Subirá también la recogida de basuras que, como sucede en el caso del agua, es otro servicio deficitario. El Ayuntamiento recauda una cantidad menor a la que paga a la comarca de Cinco Villas, que es la que presta el servicio. 

En concreto, se modifican los epígrafes correspondientes a viviendas y establecimientos hosteleros, que suben un 4%. "La comarca nos pasa un precio de 58,56 euros por vivienda y el Ayuntamiento cobra 57,20 sin contar lo que suponen los gastos de gestión ni tampoco los impagados", detalla Francés.

PP y PAR apoyaron la propuesta, mientras que el PSOE votó en contra. El portavoz socialista, José Luis Pola, destacó su apoyo a las subidas de las tasas deficitarias, es decir agua y basuras, y matizó que el voto negativo de su grupo se refiere únicamente al IBI y al canon de labor y siembra y pidió una reducción considerable basada en la previsión de un IPC en valores negativos y en los abultados superávits conseguidos en el cierre presupuestario de los últimos años. 

"El IBI ha tenido subidas considerables en los últimos años, de más del 20%, y también el canon de labor y siembra el año pasado. Con estas cifras el Ayuntamiento tendría la oportunidad de beneficiar al ciudadano en lugar de favorecer las cifras macroeconómicas del Estado", dijo Pola. En el caso de las subidas de agua y basuras, el socialista apoyó que "la obligación del Ayuntamiento es ajustar la recaudación al coste del servicio".