Investigadores aragoneses crean un material superconductor

Podría utilizarse en nuevas tecnologías como la computación cuántica.

Investigadores aragoneses han desarrollado, en colaboración con físicos de la Universidad Autónoma de Madrid, un nuevo material superconductor, con propiedades excepcionales, que podría utilizarse en nuevas tecnologías como la computación cuántica. Un desarrollo, llevado a cabo por científicos de los institutos universitarios de Nanociencia (INA) y de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) y que publica la revista científica 'Nature Physics', ha informado este martes la Universidad de Zaragoza.


El nuevo material superconductor ha sido fabricado en el Laboratorio de Microscopias Avanzadas (LMA), una instalación científico-técnica singular de Se gran importancia estratégica para el desarrollo de investigación de excelencia internacional, ubicado en el INA.


Según las mismas fuentes, el fenómeno de la superconductividad constituye el "paradigma" de la humanidad para optimizar el transporte eléctrico, almacenar la energía y realizar computación cuántica, ya que un material superconductor no presenta resistencia eléctrica al paso de la corriente eléctrica.


"Si se pudiesen sustituir todas las redes de transporte eléctrico basadas en cables de cobre por cables superconductores se ahorraría más del 10% de energía, dado que el cobre presenta resistencia al paso de la corriente y disipa energía que se pierde en forma de calor", ha destacado Ricardo Ibarra, director del INA y uno de los cuatro autores de esta investigación.


Además de esta importante característica, un material superconductor no deja penetrar el campo magnético, por lo que si se coloca un tornillo de hierro sobre un superconductor, dicho tornillo flotará sobre el superconductor.


Este fenómeno de "levitación magnética" se aplica para evitar el rozamiento y conseguir desplazamientos de alta velocidad como es el caso del tren de levitación magnética.


La dificultad de la aplicación de estos materiales reside en que dicha propiedad aparece a temperaturas de 270 grados centígrados bajo cero, es decir, cerca del cero absoluto, por lo que es necesario refrigerar con helio líquido.