La pobreza energética afecta ya a 26.160 hogares zaragozanos

El 12% de las viviendas de la capital no disponen de calefacción y el 4% de los edificios están en situación ruinosa, según un estudio de ‘Exclusión residencial’

Varios sintecho viven en los quioscos de la plaza de la estación que da a la avenida de Navarra.
La pobreza energética afecta ya a 26.160 hogares zaragozanos
Francisco Jimenez

"Siempre estamos a punto de erradicarlo, pero al final rebrota", explicaba ayer Jerónimo Blasco sobre el chabolismo en Zaragoza que, no obstante, "tiene un índice mucho más bajo que en otras grandes ciudades", apuntaba el concejal. Blasco presentó ayer un trabajo elaborado por la cátedra Zaragoza Vivienda, del que se desprenden numerosas estadísticas que ilustran cómo la crisis también se ha cebado con los hogares zaragozanos. Más de 26.000 familias sufren "pobreza energética", es decir, no pueden satisfacer sus necesidades de energía ni permitirse económicamente mantener la vivienda con una temperatura adecuada en los meses fríos. Además, 33.850 hogares no tienen calefacción (el 12,19% del total) y por las calles de Zaragoza se han detectado 10.190 edificios (el 4%), que se hallan en situación "ruinosa, mala o deficiente". 


Todas estas cifras forman parte del estudio ‘Exclusión residencial en Zaragoza. Hacia un sistema de indicadores’, que durante meses ha elaborado la cátedra de Zaragoza Vivienda de la Universidad, dirigida por Belinda López y Julio Tejedor. Uno de los autores de la investigación, Jaime Minguijón, explicaba ayer que el objetivo del estudio "no era únicamente analizar la carencia de vivienda, sino también la precariedad de su disfrute y el proceso dinámico que lleva hacia el itinerario de exclusión". Así, se ha documentado también cómo cada vez más hogares (en torno al 20%) pasan apuros para llegar a fin de mes y cómo el 2% de los zaragozanos están alojados gracias a los programas públicos de vivienda. Los autores del estudio (junto a Minguijón, Eva María Tomás y David Pac, del departamento Sociología, y Saúl Pérez, economista y politólogo) pretenden establecer una herramienta para medir la exclusión, fundamentada en cuatro indicadores: la accesibilidad económica, la adecuación de la vivienda y el entorno, la habitabilidad y la seguridad y estabilidad.


En la ambiciosa radiografía que traza el estudio se descubre cómo un 11% de los hogares está formado por personas solas mayores de 65 años (30.605 casos) o cómo son casi 9.000 las viviendas que tienen menos de 45 metros cuadrados. Jerónimo Blasco aseguró ayer que este tipo de trabajos son "clave y sirven para orientar" las políticas de vivienda y puso de ejemplo soluciones que se han "forzado" en los últimos meses como instalar ascensores exteriores, "incluso ocupando aceras", en la zona de Balsas de Ebro Viejo.