"No hay mayoría política, ni tampoco respaldo social". Con estas dos premisas, el portavoz municipal del PP, Eloy Suárez, emprendió ayer una campaña ‘puerta a puerta’ para recabar la opinión de los comerciantes sobre los planes para implantar una segunda línea de tranvía. Suárez comenzó por Las Delicias y visitó diversas tiendas de la avenida de Madrid, donde aseguró que "los vecinos no entienden que se plantee una inversión de tal calibre, con las tremendas afecciones que generará, cuando hay un sistema de transporte más que razonable".

A pesar de que en el último pleno extraordinario del Ayuntamiento "se constató que no hay una mayoría política que avale el proyecto", el Gobierno de la ciudad decidió licitar en solitario los estudios de la línea este-oeste, que está llamada a conectar Las Delicias con Las Fuentes. El portavoz popular lamentó ayer que el PSOE no quiera recabar la opinión de los ciudadanos y, por eso, anunció que su grupo realizará una intensa campaña que en la que recorrerá todos los barrios que tiene previsto atravesar la línea 2. "Las grandes infraestructuras en las ciudades hay que consultarlas para conocer la opinión de los ciudadanos", dijo Suárez, para quien "el tranvía ha venido impuesto en un último momento por un Gobierno decrépito, que se está yendo y con un alcalde que abandona la ciudad".Recogida de firmas

El presidente de la asociación de comerciante de la avenida de Madrid, Sergio Bretos, aseguró ayer que en su distrito la gran mayoría de comercios se opone frontalmente a la llegada del tranvía porque "ahora no hay problemas graves de movilidad pero, si se construye el tranvía, se complicará el tráfico, se perderán zonas de carga y descarga y se hará prácticamente imposible el uso de los vehículos privados". Bretos recordó que en el pleno monográfico sobre la línea 2 se presentaron 16.000 firmas recogidas en Las Delicias en contra de la propuesta y anunció que "seguiremos en el empeño de reunir más apoyos para que este proyecto no salga adelante". 

Tanto la oposición municipal como los comerciantes en contra del tranvía (también los de Conde de Aranda) justifican su oposición con los datos de cierres de comercios y pérdidas de puestos de trabajo que supusieron los años de obras de la primera fase. Aseguran que "el comercio de proximidad necesita ayudas para salir de la crisis" y unas obras prolongadas supondrían "la puntilla para los establecimientos". En el otro extremo, entidades de vecinos como la asociación Manuel Viola de Las Delicias consideran que el tranvía supone una mejora de calidad de vida, con calles menos congestionadas y menos contaminación.