Madera de investigadoras

Dos zaragozanas, premiadas en el Certamen nacional con un trabajo sobre inclusión de niños con discapacidad intelectual en los centros educativos

Cristina Agustín e Irene Pascual.
Madera de investigadoras
José Miguel Marco

Cristina Agustín e Irene Pascual, de 18 y 19 años, estudiantes del ciclo superior de Educación Infantil, tienen madera de investigadoras. Lo descubrieron hace unas semanas cuando su trabajo sobre el pensamiento del docente respecto a la inclusión de niños con discapacidad intelectual en centros ordinarios fue seleccionado por el Certamen de jóvenes investigadores 2014. Lo convocan los ministerios de Educación y de Sanidad, a través de la Dirección General de Política Universitaria y el Instituto de la Juventud con el objetivo de despertar la vocación investigadora entre los jóvenes estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional. 


El mérito de estas jóvenes zaragozanas se refleja en los datos récord de participación en el certamen con 346 investigaciones presentadas, de las que finalmente se seleccionaron 40, entre ellas la de la premiadas, única que concurría desde Aragón. Cristina e Irene, alumnas del ciclo formativo de Educación Infantil en la Fundación Luis Manuel García Urrea, adscrita al Colegio Montessori, fueron las primeras sorprendidas con la noticia. "Nos parecía muy difícil, por la cantidad de trabajos presentados, y de tantas especialidades", comentan muy satisfechas. Su trabajo está incluido en la rama de ciencias sociales y lleva por título: ‘¿Inclusión o intrusión? Profundización sobre las creencias del profesorado sobre la inclusión. Un estudio de caso’. 


Fue su profesora de ciclo, Pilar Ester, quien les aconsejó estudiar este asunto y ellas lo vieron muy oportuno: "La inclusión de estos niños, dicen, es un problema real que existe en todos los colegios pero no se le da la importancia que merece". Ambas destacan que lo más interesante fue realizar las entrevistas a los docentes y conocer sus opiniones. "Aprendes mucho con los puntos de vista de profesores que tienen años de experiencia", asegura Cristina Agustín. Además, las conclusiones de su tesis revelaron datos muy interesantes: "La mayoría de los docentes no tiene una formación suficiente para tratar a niños con discapacidad intelectual; y faltan recursos materiales en los centros escolares para tratar de integrar a estos alumnos", destaca Irene Pascual.


El colofón del certamen tuvo lugar hace unos días en un congreso que se celebró en Málaga, y donde Irene Agustín y Cristina Pascual defendieron su investigación ante un tribunal que les otorgó el 2º premio y, además, el galardón especial que concede la Fundación ONCE, consistente en una semana de formación en uno de sus centros. "Habíamos ensayado mucho, pero yo me pongo más nerviosa hablando en público. Confiaba en que al empezar se me pasarían los nervios y lo haría bien", comenta Cristina entre risas. "Queríamos defender bien nuestro proyecto para reivindicar que la discapacidad intelectual en las aulas es un problema real", concluyen las premiadas. Lo consiguieron y ahora están de vuelta en Zaragoza con la satisfacción del objetivo cumplido.