Reivindicativa, como siempre

Intrépidos vecinos de Torrero volvieron a realizar la tradicional bajada en su XXXII edición, pidiendo su navegabilidad, además de denunciar otros múltiples problemas sociales y laborales

Los navegantes del barrio de Torrero se reunieron ayer a las 10.00 para construir y preparar sus ‘embarcaciones’ con las que, una hora más tarde, surcarían las aguas del Canal Imperial en la trigésimo segunda edición de la Bajada.


La de este año ha sido especialmente marcada por el no al cese de algunos funcionarios del Ayuntamiento de Zaragoza, un no compartido por los múltiples colectivos que se reunieron bajo el puente de Arnal Cavero: Plataforma de Funcionarios en Lucha, Marea Verde, asociaciones vecinales de Torrero, La Paz y Venecia, bomberos forestales y las Ampas de los colegios.


Reivindicativa, como de costumbre, y, sobre todo, muy festiva y alegre fue la mañana de la Bajada del Canal. Los materiales utilizados no les auguraban una larga vida a aquellas ‘construcciones navales’, aunque, como es bien sabido, tampoco se trata de que perduren. Pero eso no le quita el hecho de que la barca tenga que ser mínimamente resistente para poder bajar el canal. Lo probó un grupo de jóvenes que nada más botar su ‘navío’, este se partió en tres. Otro, con fuerte sentido de la aventura, hinchó una pequeña piscina infantil y se lanzó con esta al agua. Los servicios de emergencia, a su paso con la imponente barca con motor, le preguntaron al joven si necesitaba ser rescatado. Este, apenas manteniéndose a flote, declinó la invitación porque se lo estaba pasando pipa.


La Bajada del Canal fue todo un desfile acuático de creatividad y de hasta dónde es capaz de llegar la imaginación con un poco de plástico, palés, corcho blanco, neumáticos y celo, mucho celo. A falta de un chaleco salvavidas de verdad, un chico se forró en botellas de plástico el pecho y las piernas. A primera vista no parecía cómodo, pero él parecía seguro de que no se hundiría. No faltaron los grupos temáticos: piratas con pañuelos y sombreros de tres picos, indios con un gran tótem, árabes  con turbantes, vikingos sobre un ‘drakkar’ hinchable (barco típico vikingo de una sola vela), y unos jóvenes cantantes de piernas peludas y vigorosa barba enfundados en estrechos vestidos.Una jornada de lucha

Además de la tradicional reivindicación de hacer navegable el canal, otros colectivos en pie de guerra han estado presentes.


La Plataforma de Funcionarios en Lucha marcó, sin duda, la mañana. Denuncian la intención del Consistorio zaragozano de cesar a personal de Oficiales de Mantenimiento. "Quieren dejar sin mantenimiento a centros cívicos, de mayores, colegios y hospitales, a pesar de que aún estando como estamos, quedan cien plazas sin cubrir", replicó Marta Moreno, miembro de la plataforma.


También acudieron a la Bajada del Canal, con casco y mono de trabajo, los bomberos y personal de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), el Operativo de Incendios, y Espacios Naturales de Aragón. "Está todo en el aire. El Gobierno autonómico incumplió sus compromisos con nosotros con la contratación de diez meses. Ahora nos quiere recortar dos meses más, y al año que viene cuatro", manifestó Julio Suárez, miembro del colectivo de trabajadores de Lucha Contra Incendios. "Hoy venimos todos juntos, como un solo grupo. De hecho, nos hemos intercambiado las camisetas", añadió Julio.


Los padres de los colegios dejaron bien claro su mensaje en la pancarta de su barca: "Queremos libros más baratos". "Yo he pagado 600 euros por libros de 1º de Infantil y 2º de Primaria", cuenta Arancha, y añadió que: "Otros compañeros se han dejado 440 y 500 euros, y 350 en fichas que, en realidad, se podrían reutilizar".