Las castañuelas resuenan en el Tubo el último día de fiestas

El fin de semana terminó con sainetes, la actuación de Juako Malavirgen y las jotas de Bravura Aragonesa con una gran participación

Los joteros se abrieron paso por las abarrotadas calles del Casco Histórico.
Las castañuelas resuenan en el Tubo el último día de fiestas
Francisco Jiménez

Tan tradicional fue la ronda jotera que se paseó por las calles del Tubo, como lo fue de típica la imagen de los turistas haciéndole fotos a los joteros mientras se comían una paella en las terrazas de los bares.

Bravura Aragonesa danzó y cantó ayer en una ronda por las estrechas y céntricas calles de la ciudad con un público que se sumó al pasacalles y que animó a los bailarines y aplaudió con júbilo cada pieza interpretada por el grupo folclórico. 


Muy puntuales, a partir de las 13.00, desde Puerta Cinegia, los joteros hicieron resonar su voz y sus castañuelas cuyo repiqueteo se hizo oír desde cualqueir parte del Casco Histórico. Cualquiera que quisiera encontrarse de cara con la ronda, no tenía más que seguir la música y los cantos.


La ronda hacía periódicas paradas delante de las terrazas de los bares para bailar las jotas, y también para tomarse un ligero refrigerio para reponer fuerzas y aclarar la voz para proseguir a continuación con más bailes. Los artistas rondaron por las calles hasta las 14.30 y asistieron a la representación teatral de los sainetes en la calle de los Estébanes que ya provocaron risas y carcajadas el día anterior y lo volvieron a conseguir, esta vez, con los joteros entre el público. 


La pieza satírica trató sobre un concejal, mujeriego y vividor, que se queda en la calle y sin dinero a merced de una mojigata y una prostituta, todo ello con un añadido de mucha crítica a la política local y nacional. 

La mala noticia de la tarde se la llevaron los más pequeños porque no tuvieron ocasión de participar en los actos infantiles programados para las 17.30 que finalmente quedaron suspendidos por problemas técnicos. Sin embargo, a partir de las 19.30, el ritmo y la juerga volvieron al Casco Histórico con otro pasacalles. El fin de fiestas estuvo marcado, y era de esperar, por más humor con la actuación de Juako Malavirgen.


"Han sido unas fiestas muy buenas las de este año", calificó Rafael Angulo, responsable de la programación festiva. "Tenemos que competir con el Gancho, pero la participación ha sido enorme, sobre todo en los saientes satíricos que es donde siempre acuden más personas", añadió.