Una empresa zaragozana enamora a Microsoft

Exovite es una de las 12 compañías elegidas para participar en la aceleradora empresarial del gigante informático en Tel Aviv.

Prototipo de app y férulas para lesiones de Exovite.
Una empresa zaragozana enamora a Microsoft
HA

Tras una semana de estancia en Tel Aviv (Israel), Juan Monzón todavía se siente emocionado. Su empresa, Exovite, ha sido seleccionada por Microsoft para desarrollar un prototipo de aplicación movil, cuyo objetivo es mejorar el tratamiento de las lesiones musculares a través de electroestimulación. "Cuando recibí la llamada fue un momento increíble... estaba comiendo con unos amigos y, la verdad, es que los invité a comer", recuerda Monzón. 


Con el objetivo de desarrollar la idea y acelerar el proceso de producción así como apoyar a las 12 compañías en la búsqueda de financiación, el gigante estadounidense organiza durante cuatro meses varias actividades en Tel Aviv. Los días pasan entre charlas, clases de desarrollo de clientes y de producto o 'focus groups', desde el domingo hasta el jueves. "Aquí es fiesta los viernes y los sábados y durante esos días todo se paraliza", explica el zaragozano.


Sin embargo, la mayoría de la jornada se entretienen en desarrollar su propia aplicación, 'Exopad', que promete convertirse en un potente dispositivo, no solo a nivel sanitario sino a nivel social. "Se trata de una férula personalizada para cada paciente, que permitirá que el tratamiento empiece días antes de quitarse la estructura, a la par que trabajar con electroestímulos", explica Monzón.


A esto habrá que añadir una aplicación móvil que cada paciente tendrá instalada en su teléfono móvil y que le permitirá realizar los ejercicios de manera diaria, al tiempo que el médico especialista realiza un control rutinario, con la opción de hablar a través de chat o videoconferencia.  


El prototipo o férula, es una estructura con cavidades que permiten una mayor velocidad de fabricación y adaptabilidad, además de la posibilidad de rascarse, imposible con las antiguas escayolas. Se puede lavar en el lavavajillas y su utilización es muy sencilla, parecida a la de un teléfono móvil. Como asegura uno de sus creadores, todo son ventajas: "La idea es que el profesional monitorice el trabajo del paciente sin desplazarse. Por un lado se acelera la recuperación y por otro nos ahorramos costes de desplazamiento y problemas de aglutinamientos en las salas médicas", afirma Monzón. 


Además, Monzón asegura que, aunque todavía se está estudiando su precio en el mercado, a la larga sale más barato. "Se trata de que sea una opción al alcance de todos, y no solo de Messi o Cristiano Ronaldo", explica el zaragozano, socio de Exovite junto con Ana Hernández, que se ha quedado en España para desarrollar la parte empresarial nacional, puesto que su objetivo es quedarse en casa. "Queremos volver a Zaragoza, pero con las herramientas necesarias para comercializar un producto internacional", explica Monzón. 

Una historia que viene de largo

La empresa, especializada en la Biotecnología, comenzó su andadura hace menos de un año, en noviembre de 2013. Sin embargo, ya ha sido reconocida con el premio 'Start Up Pirates' y con el Impulso Emprendedor del CEIN de Navarra. A pesar de la juventud de empresa, la iniciativa se remonta a la infancia de Monzón. 


"Cuando era pequeño me rompí una pierna y me tuve que quedar un año sin salir de casa. Cuando me quitaron la escayola, había perdido masa muscular y los seis meses de rehabilitación fueron muy duros", relata el empresario. Fue hace un año cuando vió las primeras férulas impresas en 3 dimensiones, pero detectó que ninguna de ellas trabajaba sobre esta atrofia muscular, por lo que decidió lanzarse con el proyecto, que hoy le ha llevado hasta Tel Aviv. 


Además, la aceleradora empresarial de Microsoft ofrece una gran garantía a la salida del prototipo, ya que en torno al 85% de los proyectos que pasan por ella logran financiación, y ésta se sitúa en una media de 1,2 millones de dólares. Ahora, la fecha clave es el 20 de enero, cuando tendrá lugar la ronda de inversión de diferentes agentes de todo el mundo. Sin embargo, Monzón es consciente que les quedan por delante "cuatro meses de trabajo muy duro".