Una de cada cuatro estaciones del servicio Bizi está alejada de los carriles bici

Al acatarse la sentencia del TSJA, los usuarios deberán caminar con la bicicleta hasta el carril más próximo o circular por la calzada.

Una de cada cuatro estaciones del servicio Bizi está alejada de los carriles bici
Una de cada cuatro estaciones del servicio Bizi está alejada de los carriles bici
HERALDO

La sentencia del TSJA que desestima el uso de las bicicletas por las aceras puede traer, a la espera de su aplicación en la práctica, importantes consecuencias para los usuarios del servicio municipal Bizi. 


Al rechazarse el último recurso interpuesto por el Ayuntamineto, el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón obliga a rescindir las excepciones que permitían a los ciclistas compartir espacios con los peatones. Esto es, las bicicletas solo podrán circular a partir de ahora en Zaragoza por los carriles bici habilitados y las calzadas, vetando también en un principio el artículo de la ordenanza municipal que permitía a las bicicletas circular por parques públicos, paseos centrales o zonas peatonales. Un cambio en las reglas del juego que el Ayuntamiento de Zaragoza ya ha anunciado que acatará una vez que se publique la sentencia en el Boletín Oficial de Aragón, y ante el cual actuará reforzando la señalización para que ciclistas y “especialmente” usuarios del servicio Bizi recuerden las nuevas prohibiciones, las cuales obligarán a partir de ahora a caminar junto a la bicicleta hasta unirse a una vía habilitada.


Esta nueva situación afectará especialmente a los casi 40.000 abonados con los que cuenta a día de hoy el servicio Bizi, que a pesar de tener la mayoría de sus 130 estaciones en los entornos de carriles habilitados, cuenta con más de una treintena que están a al menos 100 metros de estas vías, lo que hará que los usuarios que recojan una de las bicis en estos servidores tengan que caminar o adentrarse en la calzada más cercana junto a los automóviles. 


Con el problema ya encima de la mesa, el debate se centra ahora en cómo acomodar la sentencia a la normativa vigente sin frenar el proceso de implantación que la bicicleta ha tenido en los últimos años en la ciudad de Zaragoza. Desde Pedalea, colectivo que defiende la integración de la bicicleta en la vida urbana, se entiende que la prohibición de circular por calles peatonales puede suponer en algunas zonas como el Casco Histórico “la práctica la expulsión de la bicicleta” del entorno. 


Y es que es precisamente en el centro de Zaragoza donde mayor número de estaciones se encuentran desligadas del carril bici, en torno a una docena de estaciones como la del edificio de Turismo de la Plaza del Pilar, que se encuentran rodeadas de calles y plazas peatonales aunque, eso sí, también de multitud de 'vías pacificadas', calles en las que la circulación por la calzada se reduce a 30 kilómetros por hora para adecuarse a la incursión de los ciclistas. “Si es obligatorio y hay riesgo de sanción habrá que ir por la calzada hasta cruzarse con un carril bici”, opina Guillermo, un usuario que este jueves sacaba una bicicleta de la estación ubicada en la avenida de César Augusto con el Coso, que también remarcaba que las bicis proporcionadas, “quizá no sean las más adecuadas para ir junto a los coches”.


Otro de los puntos de confusión que puede traer la sentencia del TSJA está en el Barrio de Delicias, uno de los distritos con menos kilómetros ciclables en vías principales (tan solo Paseo de Calanda y el entorno del Parque Delicias) y donde se ubican más de 15 estaciones. Es aquí donde colectivos como Pedalea celebraran una marcha reivindicativa el próximo domingo pidiendo que se acaben los carriles bicis planificados para este año, como el de la Avenida de Valencia, cuyas obras aún no han comenzado.