La baja temperatura del agua causó un fallo cardiorrespiratorio al niño que cayó al Jalón

La autopsia revela que la pérdida brusca de calor corporal hizo que sufriera una hidrocución antes de ahogarse en Alagón

La Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil en Ejea tomaba mediciones el sábado junto al río.
La baja temperatura del agua causó un fallo cardiorrespiratorio al niño que cayó al Jalón
C. Adán

El fallecimiento del pequeño Elías Iván Escalera, de solo seis años, el pasado sábado en Alagón, ha vuelto a evidenciar el enorme peligro que entrañan los ríos y zonas de baño en entornos naturales. Sobre todo cuando se disfruta de estos espacios con niños, que ignoran el riesgo que supone un simple resbalón cuando se está cerca del agua. De hecho, la investigación de la Guardia Civil sigue abierta, pero apunta claramente a que fue un paso mal dado el que hizo que el niño se precipitara al cauce del río Jalón. El calor al que había estado expuesto el menor y la baja temperatura del agua hicieron el resto, ya que, según ha revelado la autopsia, el chico sufrió una hidrocución. Así llaman los médicos al fallo cardiorrespiratorio de origen neurológico que se produce cuando un cuerpo experimenta un brusco cambio de temperatura.


Según el avance del informe forense, la reacción que experimentó el niño al contacto con el agua fría colapsó su todavía inmaduro corazón. Por ello, aunque sus pulmones terminaron encharcados, los médicos creen que la hidrocución fue determinante para el fallecimiento. De nada sirvieron los denodados esfuerzos de los sanitarios del Salud por intentar reanimar durante casi una hora al chico. Al final, a los facultativos no les quedó otro remedio que desistir y certificar su muerte.


Lo primero que llamó la atención a los dos hombres que se tiraron al agua para rescatar al chaval fue que este estaba vestido. Más tarde se supo que sus zapatillas de deporte habían sido encontradas en la orilla, junto a la primera arcada del viaducto del Canal Imperial. Ambas circunstancias, sumadas al hecho de que el menor no sabía nadar, llevan a los investigadores a pensar que este intentó caminar por unas piedras a las que apenas cubre el agua. Sin embargo, el verdín de estas rocas pudo hacerle resbalar y caer al cauce del Jalón, donde lo encontraron después sumergido.Tres días de luto en Alagón

Los padres del niño proceden de Bolivia, aunque llevan ya nueve años en España, donde han tenido a dos de sus tres hijos (el fallecido tiene dos hermanas, de 12 y 8 años). La familia reside en el barrio de San José de Zaragoza y había acudido el sábado al paraje natural de El Caracol a pasar un día de campo con unos amigos. Y todos disfrutaban de la jornada hasta que se produjo el desgraciado resbalón que costó la vida al benjamín.


Aunque los vecinos de Alagón no conocían a la víctima, su corta edad y las desgraciadas circunstancias de su fallecimiento han causado un gran pesar en el municipio zaragozano. El propio alcalde, José María Becerril, se desplazó el sábado al lugar de los hechos al conocer la luctuosa noticia para tratar de arropar a los padres y familiares de la víctima. Con el mismo propósito se han decretado tres días de luto en la capital de la Ribera Alta del Ebro, donde las banderas ondean desde este domingo a media asta y con un crespón negro.


Tras cumplimentar durante la mañana de ayer los trámites de la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), el juez autorizó la entrega del cuerpo sin vida del pequeño Elías Iván a su familia, que esta tarde a las 18.00 celebrará su entierro en la iglesia evangelista ubicada en el número 8 de la calle de Benjamín Franklin de Zaragoza.