Una tradición con más de tres siglos de historia protagoniza las fiestas

El paloteo fue ayer el protagonista indiscutible del segundo día de fiestas de Longares. Un dance que tiene tres siglos de historia, pero que, año tras año, sigue siendo uno de los mayores atractivos de estas celebraciones. De hecho, por algo ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico de Aragón.
El origen de este dance se remonta a 1668, año en que llegaron a Longares las reliquias de los santos Vicente y Gonzalo. En el traslado a la iglesia, varios vecinos se pusieron a danzar espontáneamente delante de estas. Desde entonces y, pese a las variaciones que se han ido incluyendo, nunca se ha dejado de hacer. Según explicó el alcalde, Miguel Jaime Angós, unas 200 personas participan cada año en esta tradición en la que se acompaña en procesión a los patrones de estas fiestas.
La inauguración de una exposición de pintura, un concierto de la coral Villa de Longares y el concurso de disfraces pusieron fin a la jornada de ayer. Hoy, en cambio, los protagonistas serán los más pequeños, que durante la mañana y la tarde podrán disfrutar de un parque infantil. Una comida popular organizada por la Asociación de Mujeres Virgen de la Puerta amenizará el mediodía.
La tarde arrancará con música, tanto con la orquesta como con la charanga que recorrerá las calles del pueblo. Y concluirá de la misma forma, aunque esta vez con las notas musicales que saldrán de los instrumentos de la banda municipal que tocará en la iglesia a partir de las 21.00.