La Dirección General de Patrimonio Cultural ha iniciado el procedimiento para la delimitación del castillo de los marqueses de Camarasa en Muel (Zaragoza) y de su entorno de protección.

Localizado en la avenida de la Virgen de la Fuente, sobre la cascada del Río Huerva –emblema del parque de la localidad-, el recinto de origen musulmán, fue conocido en tiempo como al-Udri Muwala, y más tarde como Molle, tal y como se recoge en un documento del año 1127. 

Alfonso I conquistó las tierras en 1118, sin que se viera afectada la población musulmana del lugar, siendo en 1119 concedida en señorío al caballero Gastón de Bearn, como premio a la ayuda prestada al Batallador. Tras pertenecer al señorío de los Azagra de Villafeliche, pasó a Fernán López de Luna, por sus nupcias con Emilia Ruiz de Azagra, que aportó Muel como dote. Tras la muerte de su dueño, en 1392 Juan I lo dio a Fernando López de Luna, señor de Ricla, y en 1610 ya había pasado al marqués de Camarasa. 

El castillo fue destruido por los franceses como cuartel durante la Guerra de la Independencia, y tras su marcha lo volaron causando su ruina. 

En la actualidad sólo quedan unos muros rebajados en altura, con obra de mampostería y ladrillo, que conforman una planta cuadrangular de unos 35 por 18 metros, situados entre los restos de dos torreones cuadrados perforados por antiguas troneras que hoy se utilizan como mirador sobre una cascada que forma un canal subterráneo del Huerva.

El castillo, que responde a la tipología de fortaleza de planta regular flanqueada por torres en las esquinas, se considera un Bien de Interés Cultural al estar dentro de la relación de castillos y su localización.