Cipotegato multitudinario

El joven Gorka Dallo completó su recorrido en doce minutos, aunque tuvo dificultades para salir de la plaza

El Cipotegato subido a la estatua de la plaza de España tras hacer el recorrido por las calles de Tarazona.
Cipotegato multitudinario
Asier alcorta

El sueño de Gorka Dallo se hizo realidad. Este turiasonense de 21 años era quien se escondía tras el traje tricolor del Cipotegato de este año. Si en una pesadilla que tuvo días atrás aparecía una plaza de España "en la que no había nadie", ayer varios miles de personas fueron testigo de la fiesta más arraigada en la ciudad. Y no sólo en la plaza del Ayuntamiento –que volvió a estar abarrotada- sino a lo largo del recorrido que lo llevó hasta lugares tan monumentales de Tarazona como la plaza de Toros Vieja o la catedral.


A las doce en punto, el Cipotegato cruzó la puerta de la casa consistorial y, no sin dificultades, se abrió paso entre la multitud. Comenzó entonces una lluvia de tomates en la que se lanzaron más de doce mil kilos. Gorka inició así un recorrido de algo más de un kilómetro, pasando por la calle Conde, plaza de Palacio, recodos, Fueros de Aragón, puente de la Virgen del Río, plaza de Toros Vieja, calle de Laureles, plaza de La Seo, puente de la catedral, Marrodán y llegada por la calle Doz a la plaza de España, donde entró a hombros para subirse a la estatua y ser vitoreado por una auténtica marea humana. "No había escuchado algo tan atronador en mi vida, ha sido algo increíble. Cuando he subido arriba del todo ha sido el momento álgido, el éxtasis. Sin palabras", dijo exhausto al poco de regresar al Consistorio. Allí le aguardaban sus padres, Txema y Carmenchu, naturales de Pamplona pero unos turiasonenses más, que vivieron con emoción y lágrimas en los ojos un momento que nunca olvidarán. Sus dos hermanos –Eneko, de 18 años, y Yura, adolescente ucraniano que pasa con ellos el verano desde hace ya siete– estuvieron con él y sus amigos en medio de la fiesta.


Para Gorka Dallo, estudiante de Historia en la Universidad de Zaragoza, "éste es un sueño que todos tenemos desde niño y yo tuve la suerte de que en el sorteo me tocara a mí". Y ciertamente la tuvo porque era la primera vez que se presentaba y su papeleta con el número 60, que olvidó en casa y tuvo que ir corriendo a buscarla, resultó ser la elegida. "He disfrutado mucho, me ha ayudado mucho la gente, no tengo forma de dar las gracias a todos los que ha colaborado", añadió, abrumado por una nube de micrófonos y cámaras de televisión –una treintena de medios acreditados–, entre las que se encontraba la de una televisión de China, Guandong TV.Ante periodistas chinos

Y es que un grupo de periodistas chinos que se encuentran recorriendo los lugares más emblemáticos de Aragón estuvieron ayer en Tarazona. Además de visitar el barrio judío y la catedral, pudieron ver su fiesta más emblemática para después contarlo en sus respectivos medios de comunicación. El Cipotegato les pareció "fantástico" y se sorprendieron de que "todos compartan su alegría a través del tomate". El periodista de la revista Gateway incluso se atrevió a adentrarse en el ambiente de la plaza y acabó teñido de rojo como un turiasonense más. De esta forma, el Cipotegato llegará a los más de cien millones de espectadores con que cuenta esta televisión, o a los miles de lectores de la publicación de China Southern Airlines, la aerolínea con mayor tamaño de flora en Asia y la más grande en China en tráfico de pasajeros. También formará parte de una exposición fotográfica que realizará Turespaña en Cantón –ciudad al sur de China– en el mes de octubre.


Por la tarde, la plaza de España acogió el Cipotegato infantil, que atrajo a cientos de niños de hasta 7 años. Habitualmente se celebraba en Pradiel, pero el cambio de día de la ofrenda de flores motivó la reubicación de este acto. La ofrenda a la Virgen del Río se realiza hoy a las 10.15, justo después del homenaje al Cipotegato.