Las sombras de La Muela

Cientos de construcciones sufren saqueos casi diarios lo que genera problemas de inseguridad.

La plaza de toros de La Muela también está cerrada.
Las sombras de La Muela
Esther Casas

En siete años, el municipio de La Muela, en la provincia de Zaragoza, ha pasado de estar a la cabeza del crecimiento económico, con unos ingresos cercanos a los 24 millones de euros, a luchar contra el abandono de cientos de viviendas con un presupuesto de 5,8 millones. El auge de viviendas y la construcción de infraestructuras públicas que experimentó en los años de bonanza quedó paralizado a causa de los casos de corrupción y la crisis del ladrillo trayendo como consecuencia el abandono de muchas de ellas. 


En estos últimos años el Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar permanentemente tres museos de la localidad, el del viento, el de la vida y el del aceite, la plaza de Toros y la piscina cubierta quedando sin suministro corriente ni mantenimiento de ningún tipo.


"En la situación en la que se encuentra el Ayuntamiento no puede hacer frente al gasto que supone el mantenimiento de estas infraestructuras. Solo el hecho de calentar un pabellón como el de la piscina es un coste totalmente inasumible", explica el técnico de Urbanismo del Ayuntamiento de La Muela. Desde el Consistorio aseguran que se está intentando dar un uso alternativo a esas instalaciones. 

Más de 300 viviendas a la merced de los saqueadores


Pero la peor parte se la ha llevado la inversión privada. "En La Muela hay actualmente unas 20 urbanizaciones y más de 300 viviendas en total estado de abandono", explican fuentes del Ayuntamiento. Al igual que el hotel Altovento y algunas zonas del polígono. La dejadez en la que se encuentran los inmuebles ha provocado que se produzcan saqueos casi diarios. "Es una preocupación constante porque ya no sabes lo que va a desaparecer en los inmuebles que se encuentran en las inmediaciones del municipio", comentan desde el Consistorio.  A esta situación se suma la falta de una dotación policía presente en la localidad. Según fuentes del Ayuntamiento, "la Guardia civil tiene que venir desde Casetas porque no podemos permitirnos tener una patrulla de policía haciendo guardia en un lugar abandonado que no pertenece al Ayuntamiento", explica el técnico en Urbanismo.


El estado de abandono y los constantes saqueos han hecho crecer el riesgo de desprendimientos u otros posibles daños a vecinos. "Ya han tenido que venir en algunas ocasiones los bomberos porque se caen cascotes", explica el técnico de Urbanismo. 


La responsabilidad de estos edificios pertenece a entidades privadas, en su mayoría bancos, lo que según fuentes del Gobierno Municipal, dificulta todavía más el mantenimiento por parte del Ayuntamiento. Ni siquiera la colocación de vallas que rodeen el perímetro de las infraestructuras abandonadas ya que supone "un gasto inasumible". "Cada inmueble pertenece a un banco, no hay un encargado directo y definido lo que hace que sea casi imposible pedirles responsabilidades. Lo hemos intentado en muchas ocasiones y nos tienen todo el día al teléfono, pasándonos con unos y con otros que no saben del tema. Al final se acaba alargando en el tiempo y no cumplen", explican desde el Ayuntamiento.  


Vecinos y responsables políticos coinciden en que "es una necesidad latente y básica pero difícil de hacer frente".


La paralización económica en la que quedó sumida La Muela desde que en 2009 se sacara a la luz el Caso Molinos también ha supuesto un antes y después para los vecinos de la localidad. Aseguran que muchos pasan el fin de semana fuera de la localidad y que los jóvenes no tienen espacio de ocio.

Recuperar la unión de los vecinos


Para dinamizar el entorno y las actividades de ocio en la localidad un grupo de muelanos está creando una Asociación de Vecinos. "Aunque no tengamos muchos medios, con imaginación se pueden hacer muchas cosas", asegura uno de sus responsables. Aunque el 23% de la población de La Muela sean menores de 20 años, el promotor de la Asociación asegura que "no hay un programa de actividades de verano y cada vez se ve menos gente por lo que queremos dar un impulso a los vecinos y recuperar esa sensación de vida en el pueblo", concluyen.