La familia de la descuartizada de Cadrete acusa también de asesinato a dos cuñados

El fiscal atribuye la autoría del crimen de Vanessa Barrado solo a su pareja, Cristóbal Morales, pero la acusación particular implica de forma directa en los hechos a sus hermanos varones

Vanessa Barrado Hernández tenía solo 26 años cuando el 30 de junio de 2012 le seccionaron el cuello con un cuchillo de cocina. Para hacer desaparecer cualquier prueba incriminatoria, trocearon su cadáver con una radial, lo metieron en bolsas de basura y lo enterraron en una chopera de Cadrete. Casi cinco meses después, dos labriegos que regaban estas tierras vieron flotar algo extraño. Para su sorpresa, al hacer emerger aquel objeto comprobaron que se trataba de una larga caballera de la que pendía un cráneo humano.


Concluida la investigación del caso, hace ahora un mes, la Fiscalía pidió 22 años de prisión para Cristóbal Morales Martín, pareja sentimental de la víctima, como presunto autor material del macabro crimen, así como de los delitos de estafa, hurto y pertenencia a grupo criminal. En su escrito de acusación, el ministerio público decía estar convencido de que sus dos hermanos varones, Miguel Ángel y Juan Manuel, le habían ayudado a seccionar el cuerpo y a sacar la bolsas al campo. Pese a ello, solo pidió sendas penas de cinco años y medio de cárcel para estos últimos como encubridores. La misma condena propuso para la hermana de estos tres hombres, Jéssica, a la que el fiscal acusa de vender las joyas de su cuñada.


Los padres de la fallecida están divorciados, pero ambos se han personado en la causa, por separado, como acusación particular. A la madre la representa el penalista Enrique Trebolle, quien tratará de convencer al Jurado Popular de que los tres hermanos varones participaron de forma directa en el crimen y de que los tres deben ser condenados por un delito de asesinato. El letrado mantiene que, para tratar de que Vanessa no se marchara de casa y lo abandonara, Cristóbal Morales decidió degollarla. Sin embargo, Trebolle está convencido de que cuando este perpetró el crimen en el domicilio familiar –ubicado en el número 8 de la avenida de Zaragoza de Cadrete–, allí se encontraban también Miguel Ángel y Juan Manuel, quienes «pusieron todos los medios necesarios para que Cristóbal llevara a cabo su propósito criminal». Insiste además en que estos nada hicieron por auxiliar a su cuñada Vanessa, «no encontrando así su hermano ningún obstáculo para el degollamiento».


Como la Fiscalía, esta acusación particular está también convencida de que fueron los tres hermanos varones los que se deshicieron después del cuerpo, no solo descuartizándolo con una motosierra y una radial, sino arrojando incluso sosa cáustica sobre los restos para acelerar su desaparición. De ahí que acuse a los tres hombres de asesinato y pida condenas más elevadas que el ministerio público: 23 años para Cristóbal; 18 para Miguel Ángel; y 15 para Juan Manuel. A los dos primeros los considera también autores de un delito de estafa por acudir cada mes a un cajero automático para retirar los alrededor de 400 euros que cobraba de pensión la asesinada.


En cuanto a la hermana, Jéssica Morales, que fue la primera en conseguir la libertad provisional –los cuatro fueron a Zuera, pero, actualmente, solo el compañero sentimental de Vanessa Barrado permanece encarcelado–, la acusación particular solicita que sea condenada a cinco años: dos por un delito de receptación, ya que acudió a varias tiendas de compro oro a vender las joyas de su cuñada, y otros tres por encubrimiento, porque era consciente de que esta última había sido asesinada.


Ya solo resta por conocer el escrito de calificación de la abogada Sonia González, que ejerce la acusación particular en nombre del padre y el hermano de la fallecida. Con todos los escritos de las partes entregados, la tramitación del caso entrará en su recta final y la Audiencia Provincial podrá poner fecha al juicio.