El aeropuerto estrenará al fin el sistema para aterrizar con nula visibilidad a inicios de 2016

AENA adjudica las obras a la UTE formada por Etralux y MLN, que iniciará el balizamiento de la pista después del verano y cobrará 6,68 millones, la mitad del presupuesto de la licitación.
La demora en la adjudicación impedirá que el equipamiento ILS pueda estar operativo para el invierno de 2015 como se anunció

El sistema de aterrizaje instrumental que permitirá a los aviones operar en Zaragoza con baja o nula visibilidad será una realidad a principios de 2016, siete años después de que el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) licitara la redacción del proyecto, largamente demandando por las compañías aéreas y las instituciones aragonesas.


La dirección de AENA ha adjudicado las obras a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por la madrileña Etralux y la aragonesa MLN, que se comprometen a ejecutar el equipamiento en un plazo de 15 meses, el fijado en el concurso. El contrato está pendiente de su formalización, por lo que las obras no comenzarán hasta el otoño y se incumplirá el compromiso de que el sistema esté operativo para el invierno de 2015. Por mucho que corran las empresas, adelantándose al propio plazo acordado, aún quedaría la calibración y validación de los equipos, una compleja tarea que se puede alargar varios meses. Por tanto, la estimación oficiosa es que entre en funcionamiento en febrero o marzo de 2016.


Para entonces, los bancos de niebla que tradicionalmente se forman en el valle del Ebro se habrán retirado, por lo que el sistema ILS no tendrá prácticamente ninguna utilidad hasta noviembre de 2016.

Eso sí, el ente público dependiente del Ministerio de Fomento se ahorrará una suma millonaria, ya que la UTE Etralux-MLN presentó una sustancial baja para lograr la adjudicación: costará 6,68 millones de euros frente a los 12,5 a los que ascendía el presupuesto de la licitación. Es decir, casi la mitad del importe. 


Las principales constructoras del país pujaron junto a otras aragonesas por el sistema antiniebla del aeropuerto ante la actual carestía de licitaciones de obras pública. Hasta 23 firmas optaban a este contrato, uno de los de mayor importe en Aragón.La versión avanzada

El equipamiento será la versión avanzada (ILS nivel II/III, en sus siglas en inglés) del que ya estrenó el aeropuerto zaragozano en 2010, que no pudo acabar con los tradicionales desvíos y suspensiones de vuelos de viajeros y de mercancías en invierno. El primer nivel del ILS facilita la aproximación de los aviones con niebla, aunque con una visibilidad horizontal mínima de 732 metros.


El nuevo equipamiento no solo es una cuestión de obra civil, sino de autorizaciones y validaciones al tratarse de un equipamiento electrónico «delicado». En este sentido, fuentes de AENA señalaron que se deben calibrar los equipos y certificar su fiabilidad, ya que a partir de su puesta en servicio los aviones aterrizarán a ciegas, sin ver la pista, cada vez que haya niebla o nubes bajas. Además, antes de su activación también se requiere su inclusión previa en la Publicación de Información Aeronáutica (AIP, en sus siglas en inglés).


Su montaje requerirá ocupar la pista próxima al aeropuerto civil, donde se instalarán centenares de luces de guía –balizas– para que los pilotos puedan verla en condiciones de nula visibilidad en el momento de tomar tierra, tras haber sido guiados por el ILS en las maniobras de aproximación. Por ello, hará falta un detallado plan de obra para evitar afecciones a la explotación del aeropuerto.


Una docena de aeródromos nacionales ya disponen del sistema ILSII/III, entre ellos los de La Coruña, Asturias, Ciudad Real, Santiago, Tenerife, Valladolid, Vigo y Vitoria. Ninguno tiene tanto tráfico de mercancías como el de Zaragoza, el tercero del país. La lista se completa con otros complejos que sí tienen un movimiento intenso de aviones, como son los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Gerona.