Con las carpas montadas, las peñas repletas de bebida fresca y algo de picar y las flamantes carrozas y disfraces preparados, Utebo ha dejado listo hoy el mejor escenario para dar comienzo a las fiestas en honor de Santa Ana.

«Queremos llegar a todos los vecinos y tenemos actos de todo tipo, para los más jóvenes y para los no tanto», explica Miguel Dalmau, alcalde de la localidad zaragozana.

Con un programa amplio y «ajustado a la realidad actual», el Consistorio ha optado este año por dar «continuidad» a sus festejos con actividades «variadas y participativas». Después de varios años de bajadas en los presupuestos para festejos en toda la Comunidad, «este lo hemos podido mantener», afirma el alcalde. En total cuentan con unos 250.000 euros para todo el año, un fondo en el que entran desde estas fiestas de julio hasta otras como Nochevieja.

En cuanto a los actos programados, Dalmau explica que han intentado representar todos los gustos. «Apostamos por los festejos taurinos –hay nueve en los cinco días–, porque sabemos que una parte de la población los demanda y disfruta con ellos. Pero también incluimos otras actividades como las comparsas de cabezudos, animaciones por la calle, torneo de futbolín, bingo o verbenas», argumenta.

En total, vecinos y visitantes dispondrán desde hoy y hasta el domingo de más de 60 actos a los que acudir. Muchos de ellos propuestos y organizados por las peñas, una parte «fundamental de las fiestas –según el alcalde–, como el resto de funcionarios y voluntarios que con su gran trabajo hacen posible que los demás disfruten de las fiestas de Utebo».

No madrugarán mucho hoy los utebanos, y es que, como viene siendo habitual, será por la tarde (a las 18.30) cuando David Ceamanos, antiguo párroco de la localidad, de comienzo con su pregón a cinco intensos días de celebración. Este sacerdote, natural de Alfamén, trabajó en Utebo durante nueve años, en los que dejó «una profunda huella» por ser una persona «afable, cercana, cariñosa y siempre con la sonrisa en la cara», según sus vecinos.

Tras el pregón, será el turno del concurso de carrozas y comparsas, uno de los actos más populares y tradicionales de las fiestas utebanas. «Requiere esfuerzo, pero casi todos participan y es un momento en el que se junta todo el pueblo (que queda separado por las vías del tren)», explica Sandra Nebra, de la peña El Desfase, campeona en la edición de carrozas en cuatro ocasiones. Los temas serán un misterio hasta hoy, pero, como todos los años, seguro que son materia de conversación, al menos, hasta que el próximo domingo entierren la sardina al ritmo de la música de Los Santos Alicates.