La deuda total de La Muela bajade 20 a 13,5 millones, pero susituación sigue siendo crítica

En proporción, el municipio debe el doble que la ciudad de Zaragoza.El Consistorio intenta minimizar los gastos para que los ingresos de cada ejercicio permitan devolver una parte del agujero generado durante años

La deuda total del Ayuntamiento de La Muela se ha reducido de 20 a 13,5 millones de euros en los tres últimos años. Sin embargo, y a pesar de ese enorme esfuerzo económico y de administración, la situación de las arcas municipales sigue siendo crítica como consecuencia de la desastrosa gestión de la anterior alcaldesa, María Victoria Pinilla, principal imputada en la operación Molinos.


Los datos que maneja la intervención muestran que la deuda viva actual del Consistorio asciende a 6,8 millones de euros, cifra que incluye los préstamo a largo plazo, las operaciones de tesorería a corto plazo, la devolución al Gobierno central de los tributos estatales que el municipio ingresó de más en los años 2008 y 2009 y las deudas heredadas de la sociedad urbanística y la sociedad municipal –unos dos millones de euros–.


A esas cantidades, y siempre según la intervención del Ayuntamiento, hay que sumarles otros 2,1 millones en pagos a proveedores y otro tipo de acreedores cuyas facturas todavía no han sido incorporadas al presupuesto municipal. Además, hay que tener en cuenta que el Consistorio tiene un remanente de tesorería negativo de 4,4 millones de euros, lo que eleva la deuda total del municipio a unos 13,5 millones –cifra que, en proporción al número de habitantes, duplica la de la ciudad de Zaragoza–.


Hay que tener en cuenta que el actual equipo de gobierno del PP, encabezado por la popular Marisol Aured, calcula que cuando se hizo cargo del Consistorio en junio de 2011 la deuda total del Ayuntamiento de La Muela rondaba los 20 millones de euros: 5,3 millones en operaciones bancarias; 5,5 en pagos a proveedores; 1,3 en deudas con la Seguridad Social; 1,2 en obligaciones derivadas de convenios urbanísticos; 790.000 euros en pagos pendientes con Endesa; 3,8 millones en juntas de compensación, subvenciones que debían devolverse o proyectos no ejecutados...

Estos últimos datos no incluyen los 12,5 millones de deuda que acumulaban las dos sociedades municipales: 9,7 millones la urbanística y 2,8 la cultural y deportiva –ambas, ya disueltas–.


Aunque muchas veces se ha dicho que el auge que experimentó La Muela desde finales de los noventa se debió a los ingresos que dejan los molinos de viento, la realidad es que los parques eólicos ‘solo’ rentan unos 350.000 euros anuales. El verdadero filón para el Ayuntamiento fueron los pingües beneficios que le reportó durante años la actividad inmobiliaria a través de las licencias de obras, el impuesto de construcciones, el 10% de los nuevos desarrollos urbanísticos...


El ‘boom’ del ladrillo permitió que el Consistorio muelano llegara a presupuestar unos ingresos de 33 millones de euros anuales. Sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria derrumbó esa cifra, con el agravante de que durante varios ejercicios, en pleno caos desatado por la operación Molinos, las cuentas estuvieron prorrogadas.


Esa situación, unida a la calamitosa gestión de la exalcaldesa Pinilla, provocó que el equipo de gobierno del PP se encontrase una deuda que, sin contar la de las sociedades municipales, triplicaba los ingresos del municipio en todo un año –actualmente rondan los 5,8 millones de euros–.Embargos y sentencias

El Ayuntamiento tiene embargada la cuenta en la que ingresa el canon por los molinos de viento para ir devolviendo dos operaciones de tesorería impagadas de la época de Pinilla que sumaban 4 millones de euros. También tiene totalmente cortada su participación en los tributos estatales, ya que el Gobierno central le retiene todos los pagos a cuenta de las cantidades que el Consistorio le debe por distintos conceptos. Y lo mismo sucede con su participación en los impuestos autonómicos y con las subvenciones de la DGA: el Gobierno de Aragón no se las ingresa y con ellas va compensando los cobros pendientes de La Muela.


La legislación obliga a priorizar, por este orden, la devolución de los préstamos bancarios, los gastos de personal y el resto de deudas por orden de antigüedad. Sin embargo, los responsables técnicos y políticos del Ayuntamiento de La Muela se encuentran con la dificultad añadida de que las sentencias que condenan al municipio a pagar determinadas cantidades deben cumplirse para no incurrir en desacato, lo que podría acabar provocando que el Consistorio tenga que pedir a los jueces que decidan ellos qué pagos debe efectuar primero por falta de liquidez para afrontar todos los fallos condenatorios. Y eso a pesar de que los abogados del Ayuntamiento han logrado no tener que pagar 11,5 de los 20,5 millones de euros que se le han reclamado al Consistorio en los tribunales –otros 9 millones aún no tienen sentencia firme–.


En estas circunstancias, el Ayuntamiento de La Muela intenta que los ingresos de cada año –que tienden a menguar respecto al anterior– sean suficientes no solo para hacer frente a los gastos, sino también para poder ir devolviendo una parte de la deuda total acumulada durante los ejercicios anteriores.


Esa labor de reducción del gasto –para la que se adoptaron medidas como la disolución de las sociedades o la reducción de los sueldos de la plantilla municipal– ha permitido reducir la deuda, pero también el remanente de tesorería –el indicador que expresa la capacidad de una entidad local para pagar sus deudas–. A finales de 2010, en los últimos meses de la etapa de Pinilla, La Muela tenía un remanente de tesorería negativo de 7,8 millones de euros. En cambio, el pasado 31 de diciembre se había reducido a -4,4 millones.