Carbonífera se compromete ante la DGA y el comité a pedir ayudas para el cierre de la mina de Mequinenza

Esas subvenciones estatales permitirán mantener varios empleos 2 o 3 años, pero más de 20 trabajadores serán despedidos desde ya

Carbonífera del Ebro se comprometió ayer ante el Gobierno de Aragón y el comité de empresa a solicitar ayudas estatales para el cierre de la mina de Mequinenza. A pesar de que sus responsables habían anunciado a los trabajadores que la situación económica de la sociedad les impedía aguantar en la situación actual hasta que el Ministerio de Industria es transfiera esa subvenciones, la empresa cambió de postura y anunció que sí pedirá los fondos que permitirán mantener varios empleos durante dos o tres años más.


No obstante, la mayoría de los trabajadores de la mina de Mequinenza –más de una veintena– serán despedidos desde ya. El ERE de extinción podría firmarse hoy mismo, e irá acompañado de la solicitud al Ministerio para que esos mineros puedan recibir las ayudas sociales previstas para el sector –10.000 euros fijos más 35 días de indemnización por año trabajado con un tope de 30 mensualidades–.


El interrogante ahora es para cuánto darán las ayudas al cierre de la mina. El comité de empresa confiaba en que esas subvenciones fueran suficientes para que unos 14 mineros de más edad siguiesen trabajando en la clausura de la explotación durante tres años y que eso les permitiera cumplir los requisitos para poder jubilarse o prejubilarse.


Sin embargo, el consejero de Industria de la DGA, Arturo Aliaga, recordó ayer que el Ministerio concede esos fondos en concurrencia competitiva y apuntó a que, en el mejor de los casos, podrían servir para mantener ocho o nueve empleos. Según explicó Aliaga, la decisión será de los trabajadores que aspiran a poder prejubilarse, que deberán elegir entre intentar acogerse al plan de cierre, pedir las indemnizaciones previstas para los despedidos o renunciar a gran parte de ellas para intentar recolocarse en otra mina.


El cambio de postura de la empresa no satisfizo al comité, que al término de la reunión con los responsables de Carbonífera y con el consejero de Industria criticó que "durante un año y medio todo han sido falsas esperanza y noticias que al principio eran buenas y luego no". "La empresa ha dicho que se acoge a las ayudas al cierre, pero eso no quiere decir que pasado mañana diga que no puede aguantar más y que cierra ya –destacó el comité desconfiado–. Hablamos de un ERE de extinción, la empresa se acaba".