Los profesores piden una norma para controlar el uso del móvil en clase

Se han dado casos de denuncias a profesores por requisar el teléfono a un alumno.

NO PUBLICAR Un grupo de adolescentes usa el móvil en un instituto
Un grupo de adolescentes usa el móvil en un instituto

No cabe duda de que las nuevas tecnologías traen importantes avances que facilitan el día a día de las personas. Pero tampoco se puede negar que un exceso o un mal uso de ellas pueden acarrear ciertos problemas. Un claro ejemplo lo protagonizan los teléfonos inteligentes.


Así lo han entendido los maestros aragoneses, especialmente los de educación secundaria, que han visto cómo estos aparatos han ido interrumpiendo clases, convirtiéndose en una herramienta para copiar en los exámenes e, incluso, en una plataforma que facilita el acoso escolar.


Por todo ello, la Junta de Personal Docente no Universitario de la provincia de Zaragoza ha trasladado a la Consejería de Educación la necesidad de acotar con un reglamento la manera de actuar ante un alumno que está haciendo un uso negativo del teléfono.


"El móvil, desde que empezó a popularizarse, llevaba ya años dando molestias en clase. Pero últimamente, gracias a aplicaciones como 'whatsapp' (de mensajería instantánea e intercambio de archivos) se ha convertido en un instrumento para copiar en los exámenes", explica Miguel Morte, secretario de la Federación de Enseñanza de CC. OO. de Aragón.


Al uso descontrolado de los aparatos, apunta Miguel Morte, se suma otro problema: "Se han detectado casos de padres que han denunciado a profesores que habían requisado el teléfono a un alumno. A un chaval no se le puede privar de una propiedad privada, ya que esto supone una apropiación indebida, por eso es necesario que los servicios jurídicos de la DGA nos den unas pautas comunes para actuar".


En estos momentos hay un plan autonómico de convivencia en las aulas vigente que aborda temas como las agresiones, pero en el momento de su redacción -antes del 'boom' de los teléfonos inteligentes- no se tuvo en cuenta esta casuística.


Algunos centros sí han empezado a elaborar normativas internas, pero la Junta Docente entiende que lo lógico es que se aplique la misma disciplina en todo el territorio autonómico. "Sobre todo queremos conocer cuáles son nuestros límites, qué podemos hacer y qué no", concluye Morte.