Esperando a Belloch

La decisión del alcalde sobre su futuro va a marcar el último año de corporación, que estará condicionado por la tensión preelectoral

Todos llevan el susto en el cuerpo. "Nadie sabe lo que va a pasar", dice un concejal, que casi pone voz a los pensamientos de todos. En un panorama político incierto dibujado por las elecciones europeas, los partidos ya hacen cuentas, perfilan estrategias y trazan el trayecto a seguir cuando falta menos de un año para unas municipales decisivas en las que todos tienen mucho que perder. Y que ganar. En el mar de dudas y tensión preelectoral, una sobresale por encima de todas. ¿Belloch encara sus últimos meses como alcalde?


Sobre esta incógnita oscilan buena parte de las demás. Y el alcalde guarda silencio y se limita a ganar tiempo, consciente de que cuanto más se acerquen las elecciones menos margen tendrán sus adversarios.La alcaldía de la quinta ciudad de España se queda en la mesa de negociación de un PSOE que sale de las europeas con el agua al cuello. Mientras tanto, CHA e IU acentúan el desequilibrio del tripartito que ha dominado esta corporación para crecer a costa de unos socialistas en horas bajas, que gobiernan al ralentí y en minoría.


Pero lo que decida el alcalde supondrá un punto de fuga del mandato. Desbaratado el calendario de primarias tras el fiasco de las europeas, escenario con el que el alcalde llevaba meses especulando para mejorar sus opciones, todo queda en suspenso hasta el congreso extraordinario que definirá un nuevo liderazgo en el PSOE. Todo apunta a que en ese momento Belloch podría concretar su futuro, pero nadie descarta nuevas maniobras dilatorias que amenazan con convertir al socialismo zaragozano en un polvorín.


Fulminado como líder socialista Pérez Rubalcaba, el enemigo del alcalde desde hace años, el escenario se aventura a priori más despejado para Belloch, bien para repetir, bien para progresar en el PSOE de alguna u otra manera con una solución a su medida. Pero tras las europeas, Belloch se ha movido con prudencia, huyendo de las declaraciones explosivas tan de su gusto y aguardando acontecimientos. Como todos en el socialismo aragonés, el alcalde, más pendiente de la situación nacional que de las cuestiones locales, no las tiene todas consigo.


No en vano, por una vez se ha alineado con el aparato del PSOE, al igual que el resto de los líderes del socialismo aragonés, y se ha decantado por la andaluza Susana Díaz, como todos aquellos que han salido tocados de las urnas. Tras registrar el PSOE en Zaragoza uno de los peores resultados de España en las pasadas elecciones, Belloch no está para tirar cohetes.


Aunque el nuevo contexto le da un respiro, las europeas no han trastocado las intenciones de parte del PSOE de propiciar su relevo. Belloch sigue sin tener suficientes apoyos orgánicos frente al sector que lidera Carlos Pérez Anadón, principal candidato a la sucesión. Pero hasta que no se despeje el futuro del PSOE, el alcalde no aclarará la incógnita. De cómo se resuelva este asunto (hoy no se descarta ni la guerra interna ni la negociación y el pacto) dependerán no solo las opciones del PSOE. También las de los demás, que ven en los desencantados del socialismo un granero de votos.