Una apuesta al verde

El dinero irá destinado a proteger el entorno y regenerar el cultivo ecológico de proximidad para hortelanos.

El programa Life financiará dos proyectos en Zaragoza por valor de 1.500.000 euros
El programa Life financiará dos proyectos en Zaragoza por valor de 1.500.000 euros

El pasado mes de septiembre la Comisión Europea daba luz verde a dos proyectos del Ayuntamiento de Zaragoza a través del programa Life de la Unión Europea: Huertas Km 0, cuyo objetivo es la recuperación de la huerta ecológica zaragozana de proximidad; y el Zaragoza Life Natural, que pretende proteger y dar a conocer la Infraestructura Verde de Zaragoza y la rica biodiversidad de la capital aragonesa.


El primero de ellos, Huerta Km 0, costará 1.700.000 euros, de los cuales el Proyecto Life financiará 730.000. Esta partida se destinará a la recuperación medioambiental de espacios periurbanos mediante la intervención en ecosistemas de agricultura ecológica, como explica Olga Conde, del Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento.


En estos momentos en el mundo entero se intenta invertir esta tendencia, con el único objetivo de que las ciudades puedan abastecerse de estos productos de proximidad y de manera sostenible, ya que "se reducen el consumo de energía derivado del transporte y las emisiones de CO2". Con este proyecto, el Ayuntamiento de Zaragoza adquiere una serie de compromisos, como son: haber creado 25 puestos de trabajo y 75 hectáreas de producción hortícola ecológica; reducir las emisiones en la zona y recuperar variedades hortofrutícolas perdidas.


Con este fin, al Ayuntamiento pondrá en marcha la Escuela Agrícola Verde Km 0 -totalmente gratis- y un programa formativo que constará de dos módulos, uno introductorio de 40 horas del que saldrán los primeros 15 elegidos y que dará comienzo el 30 de junio; y una segunda fase, más específica, de 250 horas de duración, que incluirá prácticas en un huerto ecológico. "En enero ya estarán listos para comenzar a cultivar", advierte Conde. Pero antes, con la mediación del Consistorio, los nuevos hortelanos deberán adquirir un terreno en el que comenzar la producción. "Les formaremos en una faceta más empresarial, les informaremos sobre las ayudas y fomentaremos el asociacionismo para que los costes de inversión sean menores", asegura.


Además, el Ayuntamiento se compromete a fomentar el consumo de estos productos una vez los cultivos comiencen a dar sus primeros frutos, y establecerán una línea de tiendas, centros públicos y restaurantes que les darán salida; así como la venta directa en el propio huerto.

Un mosaico de paisajes

El segundo proyecto, Zaragoza Life Natural, se basa en favorecer la relación de la ciudad con el entorno, al mismo tiempo que se favorece la consevación y la biodiversidad, de la que Zaragoza puede presumir. "Intentaremos darle una cierta continuidad a los espacios recuperados en forma de anillo verde con distintos espacios y ecosistemas distribuídos por el término municipal", explica Luis Manso de Zúñiga, jefe de la Unidad de Conservación del Medio Natural


Zaragoza cuenta con casi 1000 kilómetros cuadrados de superficie caracterizada por un emplazamiento muy peculiar y una mezlca de paisajes y escenarios de una riqueza excepcional. Se trata de un área de relativa aridez por la que surcan tres ríos -el Ebro, el Gállego y el Huerva- y que cuenta con un gran cauce artificial -el Canal Imperial-. "Habría que añadir una serie de espacios externos que van desde la Estepa sur de Torrero, pasando por lugares de especial protección por su fauna, flora y vegetación que en Zaragoza rondan las 27.000 hectáreas. Puedes pasar en escasos metros a ambientes muy distintos", asegura el experto.


Este proyecto, que pretende organizar territorialmente las conexiones de la ciudad y el entorno periurbano, está presupuestado en 2.100.000 euros y contará con una subvención de más de 800.000 euros por parte del Proyecto Life de la Unión Europea. "En general, en Zaragoza tenemos la percepción de que solo lo verde tiene valor, y tenemos zonas de secarral con especies faunísticas y vegetales únicas en Europa", lamenta.


Ambos proyectos, dos experiencias ciudadanas que pretenden defender la sostenibilidad y la protección de entorno a través de la conviviencia, tienen fecha de caducidad. El 31 de diciembre de 2016 acaba el 'periodo de prueba' y ambos tendrán que haber logrado los resultados esperados.