Maestrantes con "añoranza de futuro"

La Real Maestranza de Caballería celebró ayer la toma de posesión de tres nuevos caballeros y otras tantas damas. Numerosos miembros de la corporación nobiliaria acudieron después a la misa en honor de San Jorge en la Seo

La infanta Elena saludó a algunos ciudadanos en la plaza del Pilar camino a la Real Maestranza.
La infanta Elena saludó a algunos ciudadanos en la plaza del Pilar camino a la Real Maestranza.
Guillermo Mestre

La blanca cruz visigótica que distingue a los miembros de la Real Maestranza de Zaragoza luce desde ayer en el pecho de tres nuevos caballeros y otras tantas damas.

Tras la visita de la infanta Elena que presidió el encuentro de las cinco reales maestranzas de España el pasado viernes, ayer se celebró en el palacio de Donlope la ceremonia de toma de posesión de los nobles comprometidos en su defensa de la religión católica y en el cumplimiento de las ordenanzas y resoluciones del gran cuerpo de caballería, según reza el juramento. "Si así lo hiciereis, que Dios os lo premie; si no, os lo demande", contestó Pedro de Sancristóval y de Múrua, Conde de Isla, que es el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza zaragozana.

Pablo Menéndez Pidal de Navascués, en representación de los nuevos maestrantes, tomó la palabra poco después de su juramento para expresar su gratitud al rey Don Juan Carlos, hermano mayor de la corporación, y recordar que la Maestranza es "un lugar amigo donde reencontrarnos con nuestras raíces". En un discurso que fue muy elogiado también reflexionó el nuevo caballero sobre "la presente crisis moral que es verdadera causa de todas las demás" y apuntó que los ahí reunidos son herederos de los caballeros de San Jorge, "institución de solera del antiguo Reino de Aragón con cinco siglos de existencia jurídica desde Fernando el Católico y siete de existencia fehaciente y servicios de armas".

En una ceremonia en la que actuó como fiscal Luis Navarro y Elola, los nuevos maestrantes también destacaron que comparecían "engalanados con espuela de oro pero sin revestirse de oropeles ni vanidades huecas sino de gravedad, de fortaleza y de virtud" porque "no estamos por añoranza del pasado, sino del futuro". Recordaron que deben dar pública muestra de ejemplaridad porque "nobleza obliga" y se reconocieron como "relevo satisfechísimo del noble ideal y social de la caballería".

El Conde de Isla subrayó después la presencia en la ceremonia del hijo del infante Don Carlos, "que durante tantos años dio ejemplo de servicio a la Corona, y que acaba de ser elevado a presidente del consejo supremo de las órdenes militares por un reciente nombramiento del Rey". El duque de Noto, Pedro de Borbón Dos Sicilias, asistió tanto a la ceremonia como a la misa en honor de San Jorge, que celebró el arzobispo Ureña en el altar mayor de la Seo, el mismo lugar donde antaño juraban los reyes.

El teniente de hermano mayor de la Real Maestranza también aprovechó la ocasión para agradecer al embajador Gómez de Valenzuela su labor de investigación y su acceso al privilegio –hallado en el archivo de Huesca- por el que Fernando II les instituye como cofradía de San Jorge. El Conde de Isla, igualmente, señaló que con el paso de los años las maestranzas, que en su origen surgieron para que la nobleza se ejercitase en el arte de la guerra, han adaptado sus fines a actividades culturales y asistenciales, y destacó la virtud de la caridad, recordando que el año pasado los maestrantes aragoneses en una sola jornada recaudaron más de mil euros a beneficio de Cáritas.

Pedro de Sancristóval agradeció la "sangre nueva que se une para compartir los valores de la Maestranza", donde los nuevos miembros han de demostrar previamente su origen o vinculación nobiliaria. Los caballeros tienen que ‘probar’ cuatro apellidos y las damas dos, aunque la última decisión corresponde al rey Don Juan Carlos, hermano mayor de las cinco maestranzas que hay en España (Zaragoza, Granada, Ronda, Sevilla y Valencia).

Los nuevos maestrantes que, presentados por sus padrinos, tomaron ayer posesión son Pablo Menéndez Pidal de Navascués, Francisco Javier del Arco Carabias, Juan Manuel de Melgar y Escoriaza –señor de Alconchel–, María Teresa Morenés y Urquijo –condesa del Asalto–, María Marcelina Muguiro Urzaiz –marquesa de Valdetorres–, y Mari Paz Jiménez Abbad.