Ochenta personas viven ya en la recién estrenada residencia de mayores Santa Bárbara en Zaragoza, abierta hace apenas dos meses pese a las dificultades del momento, con el objetivo de atender a una población cada vez más envejecida.

Se trata del primer proyecto con fines solidarios que lleva a cabo la fundación sin ánimo de lucro Agustina de Zaragoza y que hoy ha sido inaugurada por la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi y el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch.

Ambos han visitado las instalaciones, acompañados de otras autoridades invitadas al acto como El Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Fernando Zubiri, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde o el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, quien ha bendecido la capilla.

Esta residencia, que ha sido construida en una parcela de 5.000 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de Zaragoza en 2008 por 75 años, oferta 152 plazas de residente, de las cuales 80 están ya ocupadas, y 20 de centro de día.

Cuenta con un edificio de tres plantas en el que se ubican las habitaciones dobles e individuales y uno anexo con planta baja y sótano, donde se encuentra el comedor, el gimnasio, la peluquería, el taller de terapia ocupacional y tres salones, además de amplias zonas verdes y ajardinadas.

Dispone también de una unidad de cuidados especiales para aquellos residentes que lo requieran y cuenta con una parcela anexa de 1.423 metros cuadrados, para próximas actuaciones, según ha comentado el arquitecto de la residencia, Teodoro Ríos, encargado de las obras de conservación del Pilar.

Juan Pinto, presidente de la fundación Agustina Zaragoza, surgida de la Asociación de Viudas y Huérfanas militares, ha recordado que esta residencia está íntegramente equipada para atender a personas dependientes, aunque está abierta también a ancianos que puedan valerse por sí mismos.

El alcalde Juan Alberto Belloch, quien ha recibido los elogios de Pinto por creer en esta iniciativa desde el primer momento, ha destacado como principal aportación del consistorio la llegada del tranvía hasta las puertas de la misma residencia.

Por su parte, la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha resaltado el empeño de la fundación por abrir una residencia de mayores, ya que no son proyectos "fáciles", y ha resaltado la conveniencia de aunar esfuerzos entre las administraciones públicas y la sociedad civil.

En este caso, este trabajo conjunto ha logrado abrir una residencia para atender al "excesivo" envejecimiento de la población aragonesa que, al igual que la española, se sitúa por encima de la media europea, ha dicho Rudi.

Por último, tanto Belloch como Rudi han deseado que, quienes estén al mando del ayuntamiento dentro de 75 años, prorroguen la cesión por otro plazo similar de tiempo.

La Fundación Agustina de Zaragoza eligió el nombre de Santa Bárbara como nexo de unión con el barrio donde se ubica -Valdespartera-, desde donde todavía se pueden ver las ruinas de una ermita dedicada a la santa, en un cerro cercano.