Calatorao crea una fundación para lograr fondos para rehabilitar el castillo

La localidad busca patronos para poder retomar las obras de reforma que se paralizaron por falta de recursos.

Calatorao busca patronos para recuperar su castillo y revitalizar el patrimonio artístico y cultural del municipio. Ante la escasez de ayudas institucionales y las estrecheces económicas de los ayuntamientos se ha constituido una fundación abierta a la participación de entidades y particulares dispuestos a colaborar en la conservación y promoción de edificios que han sido testigos de la historia de este pueblo de la comarca de Valdejalón. Y si hay alguno que sobresale es el castillo, porque imponente en lo más alto del caserío dio lugar al topónimo de esta población proveniente del árabe Qalat Turab, que significa castillo de tierra.


Aquella fortaleza que se levantó en el siglo XII, en época musulmana, se transformó con varias reformas, las más importantes de principios del siglo XVI, que le dieron el aspecto de palacio aragonés que hoy conserva. No tiene torreones, sí almenas, una galería de arcos de medio punto, y en su interior una escalera claustral y una gran estancia central y porticada. «El palacio tal y como lo conocemos es de traza netamente renacentista, con un patio cuadrado, muy parecido al patio de la Infanta, que se encuentra en la sede de Ibercaja». Así lo describe Jesús Isla, el alcalde, que recuerda el devenir de esta construcción que fue propiedad del Cabildo del Pilar «al que se le adjudicó el señorío sobre las tierras de Calatorao».


En el siglo XIX, con la Desamortización de Mendizabal, pasó a manos privadas «con sucesivas transmisiones hasta que llegó a ser propiedad de Ibercaja». Con el fin del siglo pasado, el ayuntamiento se lo compró por un precio simbólico y se emprendió su recuperación para convertirse «en la imagen esencial de Calatorao». «Es la imagen de marca, además de formar parte de nuestro topónimo», dice el primer edil. Pero lo que se persigue es dotarlo de vida dándole distintos usos «porque a los monumentos, si no se les da una utilidad acaban nuevamente deteriorándose», opina Isla.


Desde que el municipio es propietario, en distintas fases, se han ido salvando las estructuras interiores, y se han eliminado las plantas interpuestas que con el paso del tiempo se fueron construyendo y que desvirtuaban su origen. Estas intervenciones se han paralizado por falta de recursos, pero hay voluntad de retomarlas.


El proyecto inicial que se redactó cuando la fortaleza pasó al ayuntamiento contemplaba obras por valor de unos cuatro millones de euros, de los que se ha podido ejecutar menos de la mitad. Sería preciso invertir más de dos millones en la continuidad de la restauración. La actuación más inmediata es la que se quiere acometer con una ayuda de 200.000 euros, solicitada a la Diputación Provincial, para rehabilitar la única fachada que de momento no se ha tocado, y cerrar todo el palacio sustituyendo la carpintería. Es también prioritario aplicar medidas para impedir el acceso de las palomas, tanto a las zonas más altas como al patio central. Con la constitución de la Fundación Castillo de Calatorao se confía en incorporar patronos que puedan hacer su contribución para terminar la rehabilitación de esta construcción.