Fiesta por todos los rincones de Casetas

Los cabezudos encorrieron a la chavalería por el paseo Ciudadano, antes de que las peñas protagonizaran un multitudinario desfile de carrozas.

Ayuntamiento de Casetas
Varios hosteleros de Casetas plantean la creación de una patrulla vecinal
GUILLERMO CALAHORRA

Comparsas, jotas, charanga y mucha animación en las fiestas mayores de Casetas. El barrio rural más poblado de Zaragoza se encuentra inmerso en sus celebraciones en honor de la Virgen de la Rosa y ayer la feliz coincidencia del día festivo en todas las localidades del entorno se dejó notar –y mucho– por unas calles y plazas que estaban llenas hasta la bandera. La soleada jornada, además, fue propicia para que se celebraran distintos actos al aire libre como el concurso de pesca con el que se abrió el programa o el concierto del grupo Cruzando Fronteras poco antes de la disco móvil nocturna.


Sin embargo, una de las citas más esperadas desde que el miércoles estallara el chupinazo en la plaza del Castillo era el desfile de carrozas que protagonizan las peñas y que ayer se hizo de rogar porque hubo de retrasar su salida una hora. Otros años este pasacalles se celebraba por la mañana y no tenía ni la mitad de expectación de la que congregó ayer. La originalidad con la que los peñistas decoran los vehículos fue muy celebrada, así como la animación y ‘sinvergüencería’ de sus participantes.No pocos chavales jalearon a sus familiares a bordo de tractores trasmutados en –por ejemplo– un gran tablero por el que desfilaban fichas de parchís o un queso gigante al que se intentaban encaramar varios ratones. Participaron en el desfile de carrozas –entre otras– las peñas Fogón, la Boira, el Cachondeo, el Morbo, la Cogorza o la Rosaleda, que celebra este año su 50 aniversario. También se dejaron caer por esta singular procesión los Pitonetis y los Beodos disfrazados de jugadores de rugby y con un balón XXL y los integrantes de la peña Los Cocineros que, como no podía ser de otra manera, hicieron una suerte de cacerolada.


Parte de la chavalería iba disfrazada de animales (gentileza de la guardería de la Virgen de la Rosa) y de esta guisa, con hocicos, orejas puntiagudas y rabos peludos, se dejaron perseguir por los cabezudos del municipio a lo lardo del paseo Ciudadano, que es como se conoce ahora a la antigua carretera de Logroño.

Esperando a las vacas

Como viene siendo habitual en los últimos años, además de los vecinos vestidos de blanco con pañuelo y fajín azul, se lucieron muchas pulseras solidarias con las que se financian las fiestas. Estas cuestan 10 euros y facilitan el acceso a varios recintos festivos, sobre todo, la plaza de toros y el pabellón. Precisamente, muchos caseteros esperaban ya el debut del programa taurino con los tradicionales encierros a lo largo de la calle de San Miguel. Para hoy se ha previsto, como aperitivo, un simpático encierro infantil con toros –eso sí– de cartón. Las carreras frente a los astados serán a la 13.00 y después, para reponer fuerzas, habrá concurso de rancho en el pabellón. Para la tarde se reservan los autos locos, los hinchables, la chocolatada y, pasada la medianoche, el toro de fuego. El fin de semana se intensificará el programa de animación y la gran ventaja de las fiestas de Casetas es que no acabarán el domingo sino que tienen ‘bola extra’ el lunes con degustación de moscatel, monólogos y espectáculo pirotécnico antes de la traca final.