El Ayuntamiento prohibirá que las bicis vayan por las aceras pero dice que la DGT lo permitirá

Tres comisiones estudiarán cómo concretar la sentencia del Supremo hasta que se aplique el nuevo reglamento.

Pedalea solicita que las bicicletas circulen por la plataforma del tranvía
Pedalea solicita que las bicicletas circulen por la plataforma del tranvía

Una sentencia judicial de inminente aplicación y un nuevo reglamento que se está cocinando de cara al verano han dejado a los ciclistas de Zaragoza enredados en una maraña legal. ¿Se podrá circular por algunas aceras de la capital aragonesa dentro de, por ejemplo, dos meses? El Ayuntamiento asume que la respuesta es ‘no’, pero advierte de que en pocos meses puede ser la contraria.


La concejal de Servicios Públicos, Carmen Dueso, admitió ayer que el Consistorio tendrá que aplicar una reciente sentencia del Tribunal Supremo que le obliga a anular varios artículos de su ordenanza de la bicicleta, entre ellos los que permite que los ciclistas circulen por las aceras si se dan varias circunstancias (que no haya carril bici, que la calzada tenga mucho tráfico de vehículos y que la acera tenga más de cuatro metros de anchura).


Su imposición se hará efectiva cuando el Supremo remita el fallo al Tribunal Superior de Justicia de Aragón y este lo publique en los boletines, lo que puede llevar alrededor de un mes y medio. Será entonces cuando, oficialmente, las bicicletas quedarán desterradas de todas las aceras de la ciudad, al menos sobre el papel. Otra cosa será el rigor con la que se aplique esto en la realidad. De hecho, decenas de bicicletas circulan a diario actualmente por aceras por las que no podrían transitar según la ordenanza, y la gran mayoría se quedan sin recibir sanción por parte de la Policía Local.


Sin embargo, Dueso expuso ayer la paradoja que se puede plantear en un futuro inmediato. La semana que viene entrará en vigor una nueva ley que regulará el uso de la bicicleta, que se tendrá que concretar en un futuro reglamento de la Dirección General de Tráfico (DGT). El borrador que se maneja ahora mismo habla de permitir que las bicicletas circulen por las aceras de más de tres metros –uno menos que la actual ordenanza municipal–. Por lo tanto, lo que se va a prohibir en Zaragoza dentro de unas semanas se permitirá en todo el país (y por lo tanto, también en la capital aragonesa) en unos pocos meses.


«La ordenanza es más restrictiva que el borrador que se está preparando», dijo ayer Dueso, quien admitió que no tendrá más remedio que cumplir con la sentencia y prohibir la circulación por las aceras. Con respecto a la acera bici de Independencia, la concejal de Servicios Públicos dijo que quedará prohibida, lo cual no quiere decir que se vaya a borrar, ya que el futuro reglamento de la DGT podría volver a permitirla.


La sentencia es de obligado cumplimiento, y sus consecuencias van más allá de la circulación de las bicicletas por las aceras. También prohíbe que vayan por parques y bulevares, censura el uso de silletas acopladas para niños, obliga a que los ciclistas circulen a más de 25 kilómetros por hora por la calzada... Ante las repercusiones que todo esto puede tener, el Ayuntamiento anunció que se crearán tres comisiones, una técnica, otra jurídica y otra política, esta última a petición de CHA. Además, el presidente del Observatorio de la Bicicleta, Pablo Muñoz, anunció que este órgano consultivo se reunirá el miércoles para analizar la nueva situación.


Dueso dijo que el objetivo de las comisiones es decidir cómo se aplica la sentencia «sin que cueste más dinero y sin crear problemas». Algunos de estos conflictos que se pueden crear son evidentes. Si no se puede circular por los parques, ¿qué pasa con los servicios de alquiler de bicicletas del parque Grande José Antonio Labordeta o las futuras del parque del agua? Si no están permitidas las zonas de adelantamiento para bicicletas ni las aceras bici, ¿qué sucede con estas señalizaciones en el paseo de la Independencia?

Una ordenanza pionera

A pesar del varapalo que la sentencia supone para la ordenanza de la bicicleta –algunos de sus artículos quedarán anulados directamente–, Dueso defendió el texto normativo municipal. «Hemos seguido los criterios de todas las ciudades y el propio reglamento va a ser más permisivo de lo que permitimos nosotros», dijo la concejal de Servicios Públicos. «Hemos sido pioneros, y por eso se pueden generar problemas de este tipo», añadió Dueso.


Aunque los artículos de la ordenanza quedarán suprimidos directamente cuando la sentencia sea aplicable –cuando se publique en los boletines oficiales–, podrían volver a estar en vigor cuando se publique el nuevo reglamento de Tráfico, por lo que es posible que el Ayuntamiento ni siquiera tenga tiempo para derogarlos oficialmente.