La exposcición sobre la 'Sabana Santa' estará más tiempo en Zaragoza

Se prolongará hasta el 11 de mayo por la gran afluencia de personas que la han visitado.

La Sabana Santa permanecerá más tiempo en Zaragoza
La Sabana Santa permanecerá más tiempo en Zaragoza

La exposición "La Sabana Santa", que desde el pasado mes de febrero permanece abierta al público y por la que ya han pasado más de 28.000 visitantes, se prorrogará hasta el próximo 11 de mayo debido a la afluencia de público.

La muestra, que tras su cierre en Zaragoza se trasladará a México, guía al espectador a través de siglos de historia para terminar, tras doce salas, con una reproducción a tamaño natural del cuerpo del hombre de la sábana, realizada por el escultor sevillano Juan Manuel Miñarro, tras un exhaustivo estudio de más de doce años. Esta exposición sobre el "objeto más estudiado", que además hasta hace 15 años aún no era propiedad de la Iglesia, muestra piezas de numismática, arqueología e incluso ciencia forense, con una mesa de autopsia que recuerda a las investigaciones que recrean las series de televisión.

En esta mesa de laboratorio, el visitante puede contemplar la recreación del esqueleto que habría contenido la Sábana Santa y la entrada de la herida de la lanza, con la trayectoria de la misma, la cual habría matado a Jesucristo y también aparece marcada en la tela.

En el recorrido, se pueden observar más de cincuenta piezas originales, entre las que figuran tres relicarios de la Sábana Santa, treinta denarios republicanos, los que se supone que recibió Judas Iscariote por entregar a Jesús, o el denario del tributo ("a Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César").

La muestra también incluye una sección de la histórica prueba del carbono 14 y un ejemplar original de la Revista Nature del 16 de febrero de 1989, que afirmaba que la prueba, debido a sus dispares resultados en las distintas universidades en las que se realizó, no era concluyente.

También una de las monedas "más caras de la historia", la primera con el rostro de Jesús, un sólido del emperador Justiniano II del siglo VII, y otra también bizantina, en la que aparece un Jesús cojo, de un siglo posterior, y que estarían relacionadas con esa Sábana Santa que habría convivido con cruzados y templarios hasta que su pista comienza a hacerse históricamente más rastreable.

El recorrido incluye además una recreación de la tela original que se supone albergó el cuerpo de Jesucristo, un lino viejo de 4,30 metros por 1,10 metros, manchado de sangre y con la imagen del cuerpo de un hombre con visibles signos de tortura.

El espectador puede contemplar también una recreación del sepulcro en el que habría sido enterrado Jesús y una representación de la cruz a la que fue clavado.