El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional encontró este martes por la tarde un cadáver que podría pertenecer a Víctor da Silva, al joven brasileño de 19 años desaparecido la pasada Nochevieja en Zaragoza.

Aunque habrá que esperar a practicarle las pruebas de ADN, por la zona donde se ha producido el hallazgo -en el camino de Cogullada, bajo el puente de la A-2- y las características de los huesos, los investigadores creen que efectivamente podría tratarse del desaparecido, al que durante los últimos meses se había buscado insistentemente por el cauce del Ebro.

Las labores llegaron hasta la presa de Pina de Ebro y también se rastreó la desembocadura del río Gállego, ya que el joven residía en el barrio de Vadorrey. En estos trabajos colaboraron miembos de la Policía Nacional de Zaragoza y Madrid, Protección Civil, Bomberos de Zaragoza y la DPZ. Un helicóptero y un drone (un avión no tripulado) se añadieron a la búsqueda, aunque no pudieron hallar pistas.

No se volvió a tener noticias del joven desde Nochevieja, que pasó en una fiesta en el Espacio Ebro, en el Parque Luis Buñuel. La última localización de su móvil fue en el polígono de Cogullada, por lo que se buscó intensamente en esta zona. Diez días después de su desaparición se llegó a realizar una búsqueda popular, aunque sin resultados.

La familia siempre aseguró que era imposible que Víctor hubiera desaparecido voluntariamente y llegó a ofrecer 10.000 euros a quien proporcionase pistas sobre su paradero. Además, se realizaron diferentes concentraciones a lo largo de estos casi cuatro meses para recordar el hecho y pedir que se siguiera investigando.

Victor da Silva nació en Salvador de Bahía (Brasil), pero a los 8 años llegó a Zaragoza, donde estudiaba Administración y Dirección de Empresas.

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