Un día clave para los artesanos aragoneses

Desde el 17 de abril se celebra en la plaza de los Sitios la Muestra de Artesanía Aragonesa.

Un día clave para los artesanos aragoneses
Un día clave para los artesanos aragoneses

El día 17 de abril, coincidiendo con el inicio del puente de la Semana Santa, el colectivo de artesanos aragoneses salía a la calle para mostrar parte de su producción de todo el año. Una cita que busca fomentar la actividad artesanal tradicional de la tierra y las ventas y servir de escaparate de la producción del sector, uno de los más castigados por la crisis.


Aprovechando la proximidad de fechas entre Semana Santa y el día del patrón de Aragón, hasta el 23 de Abril, 32 puestos de artesanos aragoneses han ocupado la plaza de Los Sitios como suele hacerse con motivo de San Jorge en la vigésimo sexta edición de la Muestra de Artesanía de Aragón.


Zaragoza, Huesca y Teruel se han dado cita durante seis días en la feria organizada por la Asociación Profesional de Artesanos de Aragón, que reúne puestos de bisutería, cerámica, cuero, madera, papel maché o vidrio, entre otros.


Desde el zaragozano barrio de la Madalena, Javier Soler ha traído algunas de sus mejores piezas de joyería en plata, con precios que oscilaban entre los 15 y los 400 euros. “Mi mujer y yo tenemos una tienda taller, 'Dedos', de la que vivimos actualmente”, explica el artesano, que opina que estas muestras son “muy necesarias” para poner en alza su labor. La realización de unos pendientes puede llevar más de ocho horas de trabajo, aunque “si se trata de creaciones propias el tiempo invertido siempre es mayor”, añade.


Desde Garrapinillos, Beatriz mostraba las ovejas de cerámica personalizadas de la artesana María Ángeles Aranda. “Son piezas únicas y pintadas a mano, que pueden costar entre los ocho y los 36 euros según el tamaño”, explica. “La semana ha estado muy tranquila, hemos esperado con ganas el día de San Jorge ya que se suele trabajar bien”, añade. “Son productos únicos, exclusivos y hechos a mano, todo es poco para reivindicar un oficio que se está perdiendo”.


Desde la asociación aseguran que “el público ha respondido, ha sido un goteo constante aunque sí que es cierto que muchos aragoneses se han ido fuera durante la Semana Santa, y eso se nota”, explica Susana Martín, presidenta de la asociación y artesana de vidrio. En su puesto pueden encontrarse desde marcos de foto, muy vendidos en época de comuniones, hasta ambientadores. Martín asegura que actualmente, más que vivir de este oficio, malvive. “Es duro pero somos creativos, le damos al coco e intentamos salir adelante porque creemos en lo que hacemos”.


Para la artesana, que lleva más de 25 años dedicándose al vidrio soplado, estas citas con “imprescindibles”, ya que sirven de escaparate. “Permanecemos mucho tiempo encerrados en nuestros talleres así que estas muestras se convierten en lugares de encuentro con  los ciudadanos ven lo que hacemos y nos damos a conocer”, explica.


Leve asistencia pero de calidad


Desde el municipio oscense de Borrés, Isabel Aranda ha traído parte de su trabajo en cuero y piel. “Son bolsos, cinturones o carteras trabajadas casi al 90% a mano con técnicas tradicionales de la guarnicionería”, explica. Para ella, el balance es positivo: “No hay mucha gente pero la poca que viene responde bien”. También desde Huesca, desde La Puebla de Castro, Jan Vaquero muestra parte de la producción familiar, elementos de escribanía y lámparas hechas con bambú y caña común. A los 30 años tiene claro que va a continuar con el oficio de sus padres: “He estudiado arquitectura técnica, pero de momento veo más futuro en la artesanía”, asegura.


También desde Teruel, Rafa Sánchez expone algunos de sus mejores juguetes tradicionales realizados en madera del taller 'Sura', ubicado en Castellote. “Llevo más de 30 años dedicándome a esto, y creo que en Aragón somos afortunados porque la artesanía está bien considerada”, asegura. Sánchez fabrica los juguetes de toda la vida, que, asegura,  que “todavía atraen a los más pequeños”.


La mayoría de los zaragozanos que se han acercado a la muestra aseguran ser asiduos a estas citas. Es el caso de Magdalena: “Siempre suelo venir a comprar cosas porque me encanta lo que hacen. Son gente joven que quiere emprender y hay que ayudarles a salir adelante”. Desde pequeños, Jesús trata de inculcar a sus nietos el gusto por la artesania. Mientras pasea con ellos y empuja el carro de Bruno, les explica que “los artesanos hacen todo con sus propias manos”. “De momento me he dejado 40 euros en varios puestos”, explicaba Ana, que se había acercado a la feria con su hija, Ana Cris, de diez años: “La artesanía llama mucho la atención a los niños y es interesante que la vivan desde pequeños”.