La Guardia Civil investiga 6.000 vehículosque pasaron por la A-2 tras el crimen de Plaza

Los agentes comprueban las matrículas y si sus dueños tienen o no antecedentes.
La víctima fue atacada por cuatro individuos tras ganar dinero en un casino.

plaza
plaza

La investigación abierta para descubrir a los autores del robo y asesinato del camionero José Manuel Martins Fernandes, de 44 años, y de las graves lesiones sufridas por su compañero y también transportista, Antonio C. D., se presenta laboriosa y complicada. Ambos fueron atacados pasada la medianoche del viernes 11 de abril en la pasarela peatonal de Plaza Imperial y todo parece indicar que no hubo testigos de la agresión, salvo las propias víctimas. Pero Antonio C. D. quedó inconsciente tras ser golpeado en la cabeza y José Manuel Martins no solo no recuperó nunca la consciencia sino que falleció dos días después en el hospital debido a los graves traumatismos craneoencefálicos sufridos.


Como ayer adelantó HERALDO DE ARAGÓN, los dos camioneros, de origen portugués pero domiciliados en la localidad sevillana de Dos Hermanas, aparcaron sus respectivos tráileres en la explanada situada junto a la gasolinera de Plaza y fueron a cenar y a entretenerse después en un salón de juegos del centro comercial. La fortuna les sonrió en un primer momento y llegaron a ganar premios por importe de unos 5.000 euros. Sin embargo, cuando se dirigían a descansar a sus camiones, cuatro hombres que probablemente estaban dentro del casino y presenciaron su suerte decidieron robarles el dinero. Armados con bates de béisbol u objetos contundentes de similares características, según pudo contar luego el herido, los abordaron cuando caminaban por la pasarela peatonal y les atacaron.

Mal aspecto

Antonio C. D., de unos 35 años, tuvo tiempo de ver a los cuatro y distinguir que hablaban en español y que tenían mala pinta, pero cuando gritó para alertar a su compañero, un primer golpe en la cabeza lo dejó fuera de juego. Después agredieron a José Manuel Martins, que quedó moribundo en el suelo. Tras apoderarse del dinero, los cuatro criminales huyeron del lugar.


Dada la ubicación del centro comercial, junto a la autovía de Madrid (A-2), es de toda lógica que escaparan en uno o dos turismos. Por eso, además de visionar todas las cámaras de seguridad tanto del casino como de los establecimientos comerciales próximos, la Guardia Civil pidió las grabaciones efectuadas por las cámaras de tráfico colocadas en los pórticos que sujetan las señales de la autovía. Estos aparatos no actúan como radares pero sí como controladores de la circulación y registran el número de vehículos que pasan por una determinada carretera en un concreto punto kilométrico.


De esta forma, los agentes han comprobado que en el periodo de tiempo que les interesa investigar pasaron unos 2.000 coches y camiones en dirección Madrid, y más de 4.000 en sentido Zaragoza. Las matrículas de todos ellos están siendo cruzadas con el nombre de los titulares de los turismos y los bancos de datos de antecedentes policiales. Es una labor de rutina que debe hacerse incluso sin saber si puede dar resultado o no, según fuentes conocedoras del caso.


La Guardia Civil también se ha entrevistado con el personal que esa noche trabajaba en el casino para reconstruir las horas previas a la agresión y tratar de identificar a las personas que pudieron relacionarse con las víctimas. De hecho, alguna llegó a entablar conversación con ellos cuando ganaron los premios y les pidieron algo de dinero.


Otro de los puntos de investigación es el resultado de la inspección ocular que se practicó en la pasarela peatonal, en la que se recogieron restos biológicos para ser analizados. Los funcionarios indagan además las llamadas desde teléfonos móviles que se practicaron en el intervalo entre que abandonaron el casino Latinos y fueron atacados, por si algún otro cómplice avisó a los asesinos de la salida de los camioneros.