Fracasa el concurso para transformar Pontoneros en residencia universitaria

El Ayuntamiento dice que fraccionará el proyecto y lo licitará de nuevo en un mes.

Antiguo cuartel de Pontoneros en Zaragoza
La Zaragoza abandonada_7
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El concurso público que sacó el Ayuntamiento para convertir el antiguo cuartel de Pontoneros en residencia de estudiantes ha acabado en fracaso. Ninguna empresa ha presentado ofertas para hacerse cargo de la redacción del proyecto, la ejecución de las obras y la explotación de las 242 habitaciones proyectadas, en lo que era una pieza básica del plan de convertir el Casco Histórico en un distrito universitario. Ahora, el Ayuntamiento anuncia que en menos de un mes sacará un nuevo concurso, en el que fraccionará el proyecto que acaba de quedar desierto para tratar de, ahora sí, encontrar inversores interesados.


Zaragoza Vivienda, la sociedad municipal que licitó la obra, amplió el plazo de presentación de ofertas un mes, ante la falta de empresas en condiciones de presentar una propuesta. Sin embargo, esa prolongación del periodo oficial tampoco ha sido suficiente. El concurso salió por un importe de 18,6 millones de euros, IVA incluido, e incluía una concesión de la gestión de los espacios del antiguo cuartel de Pontoneros como residencia de estudiantes para los próximos 40 años.


La idea del Ayuntamiento es convertir los dos edificios del viejo conjunto arquitectónico de la plaza de José María Forqué en un complejo residencial universitario con un mínimo de 242 habitaciones para estudiantes y profesores, así como salas comunes, cafetería, gimnasio, salas comunitarias, locales para negocios, etc. Para ello, el concesionario tendría que acometer la rehabilitación integral de los dos inmuebles actuales (el edificio de viviendas y el destinado a cuartel), así como levantar tres edificios de nueva planta destinados a fines residenciales, comerciales y de uso común.


Según explicaron fuentes municipales, el nuevo concurso saldrá para que los potenciales interesados construyan la primera fase del proyecto, la que afecta al edificio de las antiguas viviendas –el más deteriorado–, así como dos bloques de nueva planta y la protección del entorno en el que se encuentran los restos arqueológicos catalogados. En la licitación que acaba de fracasar, se planteaba una inversión por parte de los interesados de 7,13 millones de euros, sin incluir el IVA, y un plazo de ejecución de las obras de 24 meses.


La segunda fase, la que ahora se deja para más adelante, incluía la rehabilitación integral del ‘edificio cuartel’ y la construcción de un nuevo inmueble con habitaciones y locales comerciales, con una inversión estimada en 8,24 millones, IVA no incluido.


Las citadas fuentes municipales añadieron que en los últimos meses se ha detectado el interés por el proyecto de algunas empresas que, finalmente, no se han presentado al concurso. Algunas de ellas, de hecho, solicitaron al Ayuntamiento aclaraciones a cerca de varios aspectos del pliego de condiciones. Una de ellas, por ejemplo, cuestionaba sobre si sería posible destinar algunas dependencias de la residencia al alojamiento de otro tipo de usuarios, como trabajadores o personas mayores. El Consistorio no descartó esta posibilidad, siempre y cuando «no se desnaturalice el carácter de residencia comunitaria destinada preferentemente a los usos universitarios».