, cuando empezaron a estracharse las ayudas, según datos de la Federación Aragonesa de Solidaridad (
). Esta plataforma agrupa la mayor parte de las asociaciones dedicadas a la
, que se han visto obligadas a eliminar el 16% de los puestos de trabajo que generaban: 81 hace cuatro años y 68 en la actualidad.
"Se ha intentado mantener, en la medida de lo posible a todos los trabajadores, por eso en la mayoría de los casos se han consensuado reducciones de jornada en lugar de despidos", explica Estrelicia Izquierdo, una de las coordinadoras de FAS, cuya gran preocupación no se centra en los empleados, sino en las actuaciones que no se hacen en los países menos favorecidos.
"Nuestro fin -apunta Izquierdo- no es el mantenimiento del sector, sino llevar adelante los proyectos.
Muchas oenegés están dejando de lado proyectos que estaban en marcha, o teniendo que elegir entre varios, cuando antes se podían abarcar muchos más. Me viene a la mente uno que se ha tenido que aparcar, con el que se aseguraba, a través de un comedor, una nutrición básica a los niños de un barrio deprimido de Nicaragüa".
Solo entre 2010 y 2012 (último dato disponible)
se quedaron en el camino 164 proyectos, según las memorias anuales del departamento de Presidencia. En este periodo, el conjunto de las ayudas de todas las instituciones aragonesas pasó de más de 21 millones a menos de ocho.
En el informe que FAS presentó el pasado mes de marzo en las Cortes se destaca que el Gobierno de Aragón es la institución que menos aportó porcentualmente en 2012, un 0,05 % del presupuesto, seguido de la Diputación de Teruel, con un 0,17 %; el Ayuntamiento de Huesca, un 0,18 %, y la Diputación de Huesca, un 0,20 %. El que más destinó fue el Ayuntamiento de la capital aragonesa, que aportó un 0,37 % de su presupuesto, seguido del Ayuntamiento de Teruel, un 0,32 % y la Diputación de Zaragoza, un 0,31 %.
En su análisis, la FAS señala que
el Ejecutivo autonómico destinó en 2012 la tercera parte del porcentaje dedicado el año anterior, así como que sus cifras absolutas han bajado un 65,30 % durante la crisis.
También se ha desplomado la financiación privada: de más de diez millones a algo más de cuatro. "Algunas entidades han perdido bastantes socios, sobre todo aquellas que tenían donantes que sólo hacían aportaciones económicas, que no tenían una vinculación especial con la organización. Otros socios, como consecuencia de la crisis, han reducido de una manera importante sus aportaciones", apunta Izquierdo.
Panorama complicado
Uno de los aspectos que más preocupan a las organizaciones aragonesas es el nuevo panorama en materia de leyes. "
Se están produciendo y se van a producir unos cambios legislativos -ley de organización local, ley de subvenciones...- que está por ver cómo nos van a afectar, aunque la previsión no es buena", subraya la coordinadora de FAS, quien recuerda que "muchas veces, las instituciones olvidan que también pueden ayudas sin gastar, por ejemplo obligando a sus contratas a tomar medidas y actitudes que tengan una repercusión social".
El reciente estudio sobre el tercer sector de la Fundación La Caixa y la consultora PwC, a nivel nacional han desparecido un 30% de las oenegés españolas en los últimos tres años. Su previsión es que, de mantenerse el recorte presupuestario, la caída sea de otro 20% en los próximos dos años.