Solo uno de cada cuatro autobuses aragoneses tienen cinturones de seguridad

Llevar puesto el cinturón de seguridad en un viaje en autobús puede reducir a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidente, según la Dirección General de Tráfico. También se minimizan las posibilidades de sufrir una herida o una lesión. Por ello, desde octubre de 2007 la ley obliga a las empresas que quieran matricular un nuevo vehículo a que éste disponga de este sistema en todos los asientos.

Sin embargo, la renovación de las flotas no está marchando excesivamente rápido. El parque de autobuses en Aragón supera actualmente los 1.600 vehículos, de los que apenas un 25% -unos 400- se han matriculado después de la aplicación de la norma. Es decir, algo más de 1.200 no cuentan con los anclajes.

"En los siniestros de autobús, el cinturón es el único elemento que puede retener al pasajero, es la única solución que evita que pueda acabar saliendo disparado de manera violenta", explica Francisco Aparicio, director del Instituto Universitario de Investigación y Desarrollo de Sistemas de Seguridad del Automóvil.

"Hay dos formas de salir proyectado ante un impacto: golpeándose contra el cristal del vehículo o bien salir despedido en parte o en su totalidad. Cuando la estructura del autobús no se deforma, hay un espacio de supervivencia y es en ese caso cuando el cinturón puede ayudar a salvar vidas", añade Aparicio.

En 2009 se puso en marcha un plan estatal para renovar las flotas de toda España, con el que se adaptaron a la norma poco más de 1.300 vehículos de todo el país. Pero las ayudas dejaron de llegar y se paralizó la inclusión del cinturón en los autobuses anteriores a 2007.

Antes de la crisis, la media de edad del conjunto de buses del país era de cinco o seis años, mientras que actualmente están alcanzando una antigüedad media de nueve años.

Límite de velocidad

A nivel nacional hay en torno a 30.000 autobuses que no disponen de cinturones. Por esta razón, el subdirector de Tráfico y Movilidad de la Dirección General de Tráfico, Federico Fernández, se inclinó recientemente por limitar la velocidad a los autobuses que no dispongan de cinturones de seguridad, algo que podría recogerse en el próximo reglamento de circulación.