Deporte ante la falta de espacios deportivos

La participación en las actividades ha sido elevada pese a la amenza de lluvia.

Día del Deporte en el Gancho
Día del Deporte en el Gancho_5
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Este sábado, los niños del Gancho corrían de un sitio a otro para participar en todas las actividades y sellar su 'pasaporte'. Era la mañana del deporte en su barrio, una iniciativa organizada por la Comisión de Deporte del Casco Histórico para reivindicar la falta de espacios para usos deportivos en esta parte de la ciudad. Las actividades han contado con una gran participación por parte de padres e hijos, pese a la amenaza de lluvia. 


En la plaza del Centro de Música Las Armas se concentraban la mayor parte de actividades: colchonetas para hacer gimnasia, un rincón para aprender malabares, juegos con tizas de colores, carreras de sacos, un espacio de texturas y construcciones para entretener a los más pequeños y un puesto de globoflexia. Muy cerca, padres y niños ponían a prueba su destreza al ajedrez, mientras los más osados probaban su equilibrio sobre el monopatín y los futboleros su puntería en una improvisada portería.


En el solar de Casta Álvarez comenzaba la actividad a las 11.00, con un partido de balonmano en el que los padres no podían resistirse a animar a sus chavales desde la valla. Y después, a las 12.00, se ha celebrado la esperada carrera popular en la que, por supuesto, algunos se lo tomaban más en serio que otros.


El objetivo de los pequeños era participar en todo para que los voluntarios sellasen el pasaporte que llevaban colgando del cuello. Así, al acabar, se ganarían una bolsa con caprichos y refrescos.

Los padres lo agradecen

Las madres del barrio estaban encantadas y algunas incluso se han animado a participar en la carrera de sacos convirtiéndose en las protagonistas de las caídas más llamativas. "Vivimos aquí en el barrio y nos enteramos de que hoy había actividades porque les avisaron a nuestros hijos en el colegio. Nos parece muy bien que se hagan cosas para que los niños se lo pasen bien y jueguen entre ellos", comentaban las dos madres más intrépidas recién salidas del saco de patatas. La hija de una de ellas pedía orgullosa una foto con su pasaporte casi completado.


Junto a la zona para preescolares, otro padre coincidía con ellas mientras no perdía de vista a su pequeña. "Yo vivo justo aquí -en la plaza del Centro de Música- y además participé en la obra del solar que habilitamos para la Escuela del Circo Social y me gusta que se hagan tantas cosas para hacer un barrio mejor".


Cerca ya de las 13.00, la responsable de la oficina del PICH anunciaba por un megáfono que la mañana terminaría con todos los presentes bailando zumba en la plaza de Las Armas.