El Mar de Aragón supera las 500 infracciones anuales en materia de pesca

El Pantano de Mequinenza lleva más de un año a la espera de convertirse en Coto Deportivo.

Un grupo de pescadores en el Mar de Aragón
Pesca ilegal en el Mar de Aragón

El Mar de Aragón siempre ha sido una de las zonas más conflictivas en materia de pesca en la Comunidad Autónoma. Según informa Javier Rodrigo, Teniente Jefe de Seprona en Zaragoza, esta zona acumula “entre 500 y 600 infracciones de media al año ya que es muy atractiva por la variedad de especies, sobre todo por la carpa y el siluro”.


Las faltas más comunes son “superar el número de cañas permitidas, mantener la pesca viva en la red, la utilización de cebos no autorizados y, cada vez menos, practicar la pesca sin licencia”, explica Rodrigo. A estas podrían añadirse otras como la pesca nocturna -solo permitido en la modalidad 'Carp Fiching', que consiste en pescar durante 72 horas seguidas-, la comercialización -completamente prohibida en Aragón- y extracción masiva de piezas de pescado así como otras conductas relacionadas con el entorno.


El Gobierno de Aragón expidió 68.600 licencias de pesca en 2013 -frente a las 50.000 de caza- y las infracciones de pesca superaron los 1.000 expedientes sancionadores, según datos de la Dirección General de Conservación del Medio Natural de la DGA. Por provincias, Zaragoza registró 797 denuncias relacionadas con la práctica de la pesca (frente a las 810 de 2012), 174 en Huesca (frente a las 281 de 2012) y 39 en Teruel (frente a las 78 del año anterior). Es decir, la tendencia ha sido descendente en todas las provincias. Sin embargo, las cifras continúan siendo alarmantes.


Desde la Federación Aragonesa de Pesca (FAPYC) aseguran que es un problema que llevan denunciando más de 15 años. Así lo ha explicado su delegado provincial, Pascual Marco: “En la zona de Caspe se ha desmadrado todo. La gente pesca con 10 o 12 cañas cuando lo máximo permitido son dos por persona y se llevan cientos de kilos de pescado al día para su venta”, lamenta Marco. “La única solución es hacer un coto en la zona”, concluye.

Acotar para atajar los problemas

El pasado mes de julio, Medio Ambiente del Gobierno de Aragón comunicaba la posible conversión del Mar de Aragón en coto para potenciar el desarrollo económico de la zona. De hacerse efectiva esta medida, se podría ejercer un mayor control sobre la pesca furtiva y se atajarían muchos de los problemas medioambientales actuales.


Desde la Comarca del Bajo Aragón-Caspe aseguran estar encantados con esta propuesta. “Obviamente nosotros somos los más interesados, ya que viene a pescar todo el mundo, a esquilmar el pescado de forma no autorizada”, lamenta Carlos Jerónimo Alastuey, presidente de la Comarca. “Actualmente el texto está en revisión y para nosotros es la única solución posible para erradicar el problema”. Actualmente Aragón posee 66 cotos, de los cuales 31 son sociales y 35 deportivos. A estos últimos se les uniría el nuevo coto del Mar de Aragón.

El entorno, el otro gran afectado


De las más de 500 infracciones cometidas en 2013 en toda la zona del Mar de Aragón, que comprende los términos municipales de Sástago, Escatrón, Chipriana, Caspe, Mequinenza y Fraga; un 60% se correspondieron al ejercicio de la pesca, y el resto, a comportamientos contra el entorno: un 25% por navegación y el resto, por fuego y acampadas. “La gente suele venir a pasar el fin de semana y deja basura por todos lados. Además practica la acampada libre, prohibida en todo Aragón a excepción de las zonas de alta montaña, y enciende fuegos, con el peligro que eso conlleva”, explica Rodrigo, Teniente Jefe de Seprona.


Otro de los problemas más graves es la navegación en barcas hinchables, también prohibida por la Ley de Pesca de Aragón ya que se trata de una práctica que conlleva un alto riesgo de propagación de plagas como la del mejillón cebra. “Estas barcas pueden venir de lugares infectados y los pescadores no las desinfectan, como tampoco lo hacen con los utensilios”, concluye Rodrigo.


Las cuatro personas que forman la patrulla de la Guardia Civil de la zona se encargan de “poner en conocimiento de la administración lo ocurrido”, y es el Servicio Provincial de Medio Ambiente quien dictamina las sanciones. En 2013 se registraron más de medio millar de sanciones, igual que en 2012 cuando se interpusieron un total de 590 denuncias en los embalses de Ribarroja y Mequinenza según la DGA.


Desde el Seprona afirman que la mayoría de los infractores proceden de países del Este, “en torno al 90%”. Las que más se han reducido han sido las de pesca sin licencia. “Hace tres o cuatro año representaban más de 80%, ahora rondan el 20%”, explica Rodrigo. En cuanto a las cuantías de las sanciones, estas pueden oscilar entre los 300 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad de la falta.