Una delegación de Izquierda Unida (IU) Aragón, encabezada por su coordinador Adolfo Barrena participará esta tarde en la
manifestación convocada por Marea Azul de Aragón y colectivos ecologistas, que partirá a las 19.00 horas desde la plaza de Aragón de Zaragoza con motivo del Día Mundial del Agua, que se conmemora mañana, y para reivindicar que el agua "
siga siendo un bien público y no una mercancía con la que sacar dinero".
IU Aragón ha reiterado la importancia de este recurso por su repercusión e incidencia desde el punto de vista ambiental, así como desde el económico, social, sanitario y cultural,
al tiempo que ha reclamado una gestión responsable, social y sostenible de todos los recursos hídricos.
Adolfo Barrena ha explicado que "
con esta exigencia, nos sumamos a la celebración del Día Mundial del Agua reclamando el derecho humano universal al agua y reivindicando un modelo de gestión del agua pública y transparente, con participación social, que garantice el servicio público de abastecimiento y saneamiento de agua y que promueva el uso eficiente de un recurso que debe ser absolutamente público".
En este sentido,
Izquierda Unida ha pedido a las administraciones públicas que garanticen a la ciudadanía el derecho al agua y al saneamiento, a través de servicios públicos eficientes y de calidad e incorporando a la gestión del ciclo integral del agua criterios ambientales, sociales y económicos.
La coalición ha propuesto "una profunda reflexión sobre la política de aguas y sus numerosas amenazas en el territorio aragonés, se niega a su privatización y al empleo de técnicas tan negativas para la conservación del medio y de sus habitantes como la fractura hidráulica". Al mismo tiempo,
ha pedido solidaridad para los países que están aún lejos de cubrir sus necesidades más básicas de abastecimiento, depuración y salubridad del agua.
Izquierda Unida, tal y como se expresa en su programa político, exige la propiedad pública y la gestión pública del agua, reivindica la accesibilidad de todas las personas al agua en condiciones que garanticen su saneamiento, posibiliten su reutilización y que pongan a disposición de las personas un mínimo de 50 litros por día.
Para Adolfo Barrena,
"ello sólo es posible si se mantiene el recurso bajo control público, se impide la privatización y se aplica una política tarifaria progresiva que tenga en cuenta los usos dados al agua, el nivel socioeconómico de la ciudadanía usuaria, que grave los usos suntuarios y que reconozca los usos racionales y eficientes".