Excesos de velocidad en el carril bici de Independencia

Un colectivo denuncia que la mayoría de los ciclistas no respeta el límite de 10 km. por hora recogido en la ordenanza municipal.

En el carril bici sugerido de Independencia la prioridad es siempre del peatón
Manual de supervivencia para el ciclista urbano

El carril bici del paseo de la Independencia siempre ha sido motivo de controversia entre peatones y ciclistas. En la actualidad, casi un año después de su creación, sigue provocando discrepancias entre los zaragozanos y discusiones entre los usuarios.


La organización zaragozana Acera Peatonal ha hecho público un informe en el cual aseguran que "ningún ciclista respeta la velocidad máxima permitida en el paseo de la Independencia de Zaragoza", es decir, 10 km. por hora. Una limitación a la que es difícil adecuarse puesto que "es muy complicado y puede resultar ridículo para el propio ciclista". Así lo ha confirmado Fernando Navarro, portavoz de Acera Peatonal.


Es estudio de Acera Peatonal fue realizado hace mes y medio en el paseo de la Independencia. En concreto se tomaron datos de 3 puntos desde ambos lados de la vía sobre una distancia de casi 100 metros. Se analizó la velocidad que necesitaron un total de 300 ciclistas para cubrir el tramo, que demostraron los siguientes datos:


A pesar de que el límite de velocidad estipulado por la Ordenanza de Circulación de Peatones y Ciclistas es de 10 km. por hora en zonas peatonales – que incluyen aceras, paseos centrales, parques y vías verdes- en ningún caso se respetó esta limitación.


Además, la velocidad máxima en cada tramo ha superado los 20 km. por hora y la media supera la máxima autorizada entre el 60 y 80% de los casos.


Por otro lado, la organización indica en el informe que "debe tenerse en cuenta que los tramos medidos se encuentran entre pasos de peatones, lo que debiera hacer que las velocidades fuesen menores a otros tramos sin estas "interferencias" para los ciclistas".


Un año sin consenso

"Hace un año decidieron pintar una acera de bici sugerida, un carril bici a efectos prácticos, pero lleno de gente", recordaba Navarro. Además, en el estudio aseguran que la limitación "Es tan ridícula como dedicar una parte del principal paseo de la ciudad a la circulación de vehículos, teniendo una maravillosa calzada pacificada a 30 km. por hora al lado".


Navarro afirmaba que, en un principio, este carril estaba destinado al uso de aquellas personas que "no se decidiesen a circular por la calzada" pero al final "resulta que más del 99% de los usuarios se decanta por la acera", dificultando el tránsito peatonal. Por si fuera poco, la vía presenta 8 pasos de cebra, varias marquesinas y paradas de autobús, numerosos obstáculos que todavía lo empeoran más.


Estos hechos demuestran, en opinión del colectivo, que este carril bici supone un peligro tanto para peatones como para ciclistas. Navarro recordaba el incidente ocurrido el pasado mes de diciembre, cuando una mujer de 54 años resultó herida al ser arrollada por un ciclista que le causó una fractura en la muñeca.


Según Pedro Ruiz, portavoz del colectivo Pedalea, este carril nace como "un parche por no haber previsto hacer un carril bici", y aseguraba  que "el lugar adecuado para que circulen las bicicletas es la calzada". Esta organización presentó dos medidas en el último Observatorio de la Bicicleta del Ayuntamiento de Zaragoza, una: "Crear una zona de adelantamiento para bicis en los pasos de peatones, que se ejecutó", y otra, todavía en fase de estudio, "la colocación de semáforos intermitentes en la calzada que diesen prioridad al peatón pero no detuviesen al ciclista", de modo que la calzada sería más rápida y se fomentaría su uso. "En otras ciudades como París la medida esta funcionando muy bien", aseguraba.


Un carril insatisfactorio para ciclistas y peatones


Tanto los peatones como los propios usuarios del carril bici coinciden en que la vía está mal señalizada. "Yo lo quitaría y lo pasaría a la calzada", indicaba un usuario. "Es que no lo respeta nadie", añadía. "A mí me parece que está fatal. La gente va por el medio teniendo un montón de sitio para caminar libremente", explicaba Gema, otra ciclista que pasa a diario por el paseo. "Es un peligro que los peatones no lo respeten. Alguna vez he tenido que avisar a algún señor que luego encima se ha enfadado", concluía. 


El problema para Alicia es que "no está nada claro" dónde se encuentra el carril. "Hay bastante confusión y de repente aparecen peatones de cualquier parte. Hay que ir con cien mil ojos todo el tiempo", denunciaba la zaragozana. Por su parte los peatones tampoco ven nada clara la utilidad de esta vía ciclista. Mari Carmen Corella aseguraba que es "una molestia" porque los ciclistas "pasan por donde quieren a toda pastilla y encima te pitan". Para María, se trata de un carril "poco seguro para peatones y ciclistas" y bastaría con que estuviese mejor señalizado. En esta misma línea se situaban Ramón y su hija Rocio, que opinaban que "podrían pintarlo de otro color o hacer algo para que se vea". "Yo me enteré de que había un carril bici porque me gritaron", aseguraba el zaragozano.