Detectan decenas de casos de malnutrición en niños de colegios de Zaragoza

La DGA precisa que existe, desde principio de curso, un protocolo de coordinación conjunto entre Educación y Servicios Sociales para evaluar y atender a estas familias.

Alumnos de un colegio de Zaragoza.
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La crisis, el paro, las situaciones personales de las familias y una insuficiente partida de becas de comedor y libros que dejó a miles de alumnos fuera han hecho mella en la nutrición de decenas de niños de varios colegios de Zaragoza, quienes -según denuncia el propio personal docente- han dejando de hacer algunas comidas y están siendo atendidos por varias entidades sociales de la zona en colaboración con los respectivos centros educativos.


Sucede en el C. P. Santo Domingo, del Casco Histórico de Zaragoza, en varios colegios del Picarral -en la margen izquierda- y también en el barrio de Delicias. En uno de estos centros el 90% del alumnado es inmigrante. De tres años para acá -indica la directora de este- se han detectado casos en casi todos los colegios públicos del barrio. "Los ves que se duermen a media mañana, que no traen el almuerzo o que vienen a clase sin desayunar. Es más fácil detectarlo en los más pequeños porque hay una observación directa y como son chiquitines te cuentan todo, por eso sabemos que no hacen las tres comidas", explica la directora de un colegio público del barrio de Delicias. 


Los Servicios Sociales, "saturados"

 

En algunos casos, el Ayuntamiento de Zaragoza ha concedido ayudas excepcionales "de dos o tres meses" a alumnos de este centro o se han conseguido también vales de supermercados cercanos para atender a estas familias. Además, indican, Cáritas y otras organizaciones sociales como Cruz Roja "están ayudando a nuestros niños". Pero a juicio de la directora de este centro educativo, algunas de las situaciones familiares que se ven en el barrio zaragozano de Delicias "dejan mucho que desear" y, por este motivo, asegura que tendría que haber más becas de las que hay. "Hablamos de manera casi diaria con los servicios sociales del barrio y creo que ahora mismo están saturados", confiesa.


José Luis Zúñiga, presidente de la Asociación de Vecinos Manuel Viola, confirma esta situación: "La crisis está golpeando a estas personas y estamos trabajando con ellas en materia de prevención y educación alimentaria en colaboración con el Centro de Salud Delicias Sur".


La situación es similar en otro Colegio Público del Casco Histórico de Zaragoza, donde la mayor parte del alumnado está becado y, en otros casos, han recibido donaciones de particulares, oenegés y otras asociaciones para colaborar en las ayudas a comensales. Así lo indica Javier Sanz, director de este centro educativo, quien también da cuenta de varios casos: "Se nota una necesidad por la falta de desayunos o cenas deficientes en alumnos. Si se perciben casos de decaimiento físico o un cansancio anormal, se derivan a la trabajadora social del centro para articular lo mas rápido posible las ayudas de extrema urgencia".


Solidaridad en la Junta Municipal del Casco Histórico

Así pues, cuenta que a raíz de estas situaciones, surgió una iniciativa abierta gracias a la Junta del Distrito -con fondos del PICH- a través de la cual una familia con una necesidad puntual que no tiene para dar de comer a sus chicos, puede recurrir a una dotación arbitrada para este tipo de situaciones. En todo caso, matiza Sanz: "Se trata de una ayuda de escape puntual para salvar la necesidad extrema hasta que se derive el caso porque el no tener para comer hoy hay que solucionarlo hoy y no mañana", subraya. Desde la AA. VV. Lanuza-Casco Histórico trabajan también con la AMPA de este centro educativo para "echar una mano". "Ahora tenemos un proyecto pendiente de educación alimentaria que queremos poner en marcha con los chavales lo antes posible", adelanta Javier Rodríguez, presidente de esta agrupación vecinal.


Colaboración ciudadana en el Picarral, ante los 20 casos detectados

Pero, sin duda, una de las más activas es la AA. VV. Picarral-Salvador Allende, donde un comprometido Juan José Jordá, jubilado y presidente de esta asociación, se mueve a diario para organizar las ayudas en los más de 20 casos detectados por varios colegios de la zona.


"Hay un tejido social muy importante que soluciona y atiende las necesidades de las familias", valora, por su parte, Santiago Vicente, director de un colegio del barrio.


Juan José Jordá, presidente de esta asociación de vecinos, explica que actualmente trabajan con tres colegios de su área de influencia, cuyos nombres prefiere no citar para no comprometer la "dignidad" de las familias. "El problema es que limitarnos a estas 20 personas es insuficiente", critica.


No obstante, también da cuenta de algunos logros conseguidos gracias a la colaboración entre la Junta de Distrito, los centros educativos y los trabajadores sociales del barrio: "La Fundación Picarral nos deja una furgoneta para ir al Banco de Alimentos, desde una verdulería nos reenvían productos que de otra forma no tienen salida y otra empresa cercana nos ha hecho llegar 20 lotes de Navidad para las familias... La gente está muy concienciada y hay una voluntad tremenda de ayudar", insiste Jordá. 


Sin embargo, para este jubilado, la defensa del menor y de las familias debería partir de las propias instituciones y del Estado: "Estamos cubriendo una carencia que no nos corresponde, pero ante la necesidad siempre nos pueden las conciencias".


La DGA, por su parte, precisa que existe desde principio de curso un "protocolo de coordinación conjunto entre Educación y Servicios Sociales" que se diseñó para evaluar y atender los posibles casos que se detecten en los colegios zaragozanos. De esta forma, puntualizan, se lleva un registro de estas situaciones y se constata "si realmente existe una falta de recursos o el niño no está siendo atendido como debería".


La nutrición, clave en el desarrollo físico y neuronal

Por su parte, varios especialistas médicos consultados, explican algunas de las consecuencias que podría acarrear en la infancia una alimentación "deficiente". El retraso en el crecimiento y un desarrollo cognitivo más lento son los principales perjuicios que ocasiona la malnutrición infantil. Así lo indica la pediatra zaragozana y experta en Nutrición Ana Cristina Serrano, quien asegura que la "malnutrición" aparece tanto si hay de sobrepeso como si el peso es bajo, problemas que se han "acentuado" con la crisis. "El cerebro -explica- necesita la entrada de Omega-3, que son los ácidos grasos esenciales para la concentración y el buen desarrollo neuronal". "Si un niño no come las suficientes proteínas, hidratos del carbono y ácidos grasos -añade- el desarrollo psíquico y físico del niño no va a ser el correcto y podemos generar problemas a posteriori en su etapa adulta".


Así pues, los cada vez más frecuentes casos de TDAH en niños son debidos, a su juicio, a un trastorno en la falta de ácidos grasos esenciales. "Veo a diario en consulta 

cómo los niños están dejando de comer frutas, verduras y pescados, alejándose cada vez más de la dieta mediterránea. Ya no se trata de una falta de tiempo, sino de que los padres por falta de recursos sustituyen estos alimentos por bollería y comida precocinada que a la larga generará un trastorno en el desarrollo del niño", cuenta esta pediatra.


Una opinión que también comparte el doctor Joan Carles March, quien apostilla que la falta de nutrientes esenciales no siempre se recupera con la edad. En todo caso, puntualiza: "Cuanto más pequeño sea el niño que sufre malnutrición, probablemente el retraso cognitivo será más importante al producirse en una etapta vital del desarrollo".