En bata y zapatillas, contra el traslado de las Unidades de Salud Mental de los barrios

Más de un centenar de personas ataviadas con batas y albornoces se ha reunido esta tarde para exigir una alternativa al cambio de localización.

Concentración contra el traslado de las Unidades de Salud Mental de los barrios
Concentración contra el traslado de las Unidades de Salud Mental de los barrios

La Plataforma en defensa de la Salud Mental en los barrios se concentraba esta tarde a las 17.00  en plaza de España de Zaragoza para mostrar su oposición al traslado de las Unidades de Salud Mental de varios barrios de Zaragoza a Valdespartera. Los participantes, vestidos con batas verdes, albornoces y zapatillas de ir por casa, han querido reivindicar la necesidad de una alternativa a esta medida, poniéndose en la piel de los pacientes.


Al grito de lemas como "Reagrupar es privatizar" o "No al traslado a Valdespartera", un grupo de más de 100 personas, formado por representantes de asociaciones vecinales de los cinco barrios afectados, sociedades científicas, sindicatos y partidos políticos se han dado cita para  exigir que dichos centros "permanezcan en los barrios tal y como están ahora", según afirmaba Isabel Aina de la Asociación de Vecinos del Barrio de San José. 


Durante poco más de media hora los presentes se trasladaron a la parada del tranvía de plaza de España para informar a los viajeros de los hechos repartiendo panfletos. "Es una barbaridad, no piensan en los enfermos", explicaba una de las presentes familiar de una afectada. "Mi hermana tiene 50 años y todavía puede moverse, pero ¿qué pasará cuando tenga 80 años? ¿Qué hacemos los vecinos de Torrero?", se preguntaba.


El pasado 20 de agosto la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón hacía pública su decisión de cerrar los las Unidades de Salud Mental de los Centros de Atención Primaria de Torrero, San José, Las Fuentes, Rebolería y Casa Blanca con el objetivo de unificarlos en el Centro de Valdespartera y, según denuncia la plataforma, “disminuir el número de profesionales”.


Desde la plataforma aseguran que para los enfermos supone un gran trastorno, ya que “actualmente son atendidos en los centros de salud de sus zonas de residencia, donde tienen contacto directo con sus médicos de familia”. Los otros grandes afectados serán sus familiares, pues “muchos de ellos son padres que rondan los 80 años y van a tener que desplazarse hasta Valdespartera, ya que los enfermos no pueden ir solos”.


El pasado mes de octubre, y ante la falta de respuesta de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón, la Plataforma ciudadana 'Salud Mental en barrios', entregaba un total de “9.953 firmas en el Edificio Pignatelli dirigidas a Luisa Fernanda Rudi” reclamando “que nos reciban y que nos permitan sentarnos a buscar soluciones, ya que esta medida es una agresión para los enfermos y a la Salud Mental” indicaban.


Además, el hecho de que “queden consultas libres no justifica que nos puedan mover. El barrio de Valdespartera es una zona en expansión y los habitantes están demandando más servicios ya que las consultas se están quedando pequeñas”, aseguraba Ángeles Cardiel, representante de la plataforma. “Llevamos esperando desde agosto a que nos den una solución, pensamos que las van a trasladar, pero no sabemos cuándo”, reclamaba Cardiel.


Más de 400.000 aragoneses afectados


Para la representante de la plataforma, la salud mental es “la marginada del sistema sanitario”. “Todavía faltan muchos recursos y lo poquito que tenemos nos lo quitan”, aseveraba. Tan solo en Aragón se calcula que hay “se calcula que un 15% de los aragoneses tiene diagnosticada una patología mental crónica de carácter grave”, explicaba Cardiel, que añadía que durante los últimos años ha habido un incremento en el número de afectados “sobre todo por la situación de crisis, el desempleo o los desahucios”.


"Todos somos enfermos mentales en potencia", afirmaba uno de los asistentes a la concentración. "Vivimos muchos más años y la gente es más frágil por los momentos que atravesamos", añadía. Otro de los presentes, José Luís, aseguraba que "se corre el riesgo de que los pacientes dejen el tratamiento, son personas que no están en predispocisión de este cambio. Cuanto más lejos, menos gente irá".