Zaragoza

La colonia de cotorras argentinas se reduce por tercer año consecutivo

Este año se han llevado a cabo un total de 1.132 esterilizaciones de huevos de cotorra en toda la ciudad.

Dos cotorras, junto a su nido en Zaragoza
Dos cotorras, junto a su nido en Zaragoza

Cada vez son menos, aunque sus graznidos siguen molestando a no pocos vecinos de Zaragoza. La colonia de cotorras argentinas, una especie invasora que a lo largo de los últimos años se multiplicó generando importantes molestias en varios barrios de la capital aragonesa, sigue con su lenta pero imparable reducción.


Ahora mismo son alrededor de 1.200 los ejemplares que componen este particular censo en la ciudad de Zaragoza. Todavía son multitud, pero la tendencia, afortunadamente, es a la baja. En estos momentos hay 305 nidos de cotorra repartidos por los parques y riberas de la ciudad (hace un año eran 366). Estos se encuentran en 191 árboles 'ocupados' (por los 254 del año pasado).


Los fuertes graznidos y sus deposiciones son los problemas que generan estas peculiares aves, poco comunes hasta hace no demasiado por estas latitudes. Durante los últimos años la cotorra argentina aumentó su población sin control. Veinte años después de su llegada comenzaron a surgir las primeras voces que alertaban de posibles efectos dañinos y molestos.


Factores como la ausencia de depredadores, la facilidad para conseguir alimento y la adaptación al clima han favorecido su expansión en número y superficie habitada, hasta un punto en el que son capaces de producir desajustes en el ecosistema y provocar diversos daños y riesgos.


A lo largo de 2011, los trabajadores de la Unidad Verde del Consistorio zaragozano lograron por primera vez que la población de cotorras descendiera, pasando de las 1.500 aves adultas a unas 1.250. En 2012 se logró de nuevo un retroceso en la colonia, que en estos momentos está formada por menos de 1.200 pájaros, alcanzando un descenso en el censo por tercer año consecutivo.


Más de mil esterilizaciones este año


En lugar de cazar a los animales, los técnicos municipales actúan directamente sobre los huevos, esterilizando los embriones con agujas muy finas y alargadas. Se trata de un proceso bastante lento (la DGA tiene que autorizar cada actuación) que pretende concluir con la erradicación de esta especie en un territorio del que no es originaria.


Este año se han llevado a cabo un total de 1.132 esterilizaciones (el año pasado se efectuaron 925) en toda la ciudad, más del doble que a lo largo de 2011, cuando se intervino sobre 548 huevos.