Zaragoza

259 bicis robadas y perdidas esperan a su dueño en el depósito municipal

El número de vehículos recuperados por la Policía aumenta cada año de la mano del 'boom' de la bici en Zaragoza.

Bicicletas en el depósito municipal
Bicicletas en el depósito municipal

El imparable despegue de la bici en la capital aragonesa a lo largo de los últimos años ha provocado, de forma paralela, un mayor número de hurtos de vehículos y de piezas (sillines, ruedas y complementos), que a lo postre pasan a engrosar los mercados de segunda mano.


Por suerte, algunas de las bicis sustraídas son recuperadas por la Policía y trasladadas posteriormente en el depósito municipal. Es en esta instalación donde se guardan junto a las procedentes de abandonos en la vía pública o infracciones tales como pedalear bajo los efectos del alcohol o aparcar en un espacio inadecuado. 


Ahora mismo comparten espacio en las instalaciones de la carretera de Castellón un total de 259 bicis, prácticamente el doble que hace un año. Algunas carecen de sillín, a otras les falta alguna rueda o el manillar y un puñado han sido totalmente 'mutiladas' por los cacos.


Lo primero que hace el Ayuntamiento una vez recuperado el vehículo es notificarlo al dueño, si bien en cerca del 90% de los casos es imposible contactar con él ya que muchas bicis aún no están dadas de alta en el Registro Nacional y, por tanto, no tienen 'matrícula'.


Para recuperar uno de los 259 ciclos es necesario acreditar la propiedad. Para ello basta con presentar la factura de compra, en caso de que se conserve, o la denuncia de robo. Si la bici ha sido dada de alta en el Biciregistro, el trámite será más rápido. Las bicicletas guardadas en la instalación de la carretera de Castellón están expuestas en la web del Registro.



Zonas problemáticas


Los colectivos ciclistas tienen claro cuáles son los puntos de la ciudad en los que es especialmente peligroso aparcar. El Casco Viejo, el distrito universitario y Delicias son las tres zonas de la capital aragonesa donde menos conviene jugársela.


Además, la Policía Nacional ha registrado a lo largo de los últimos años numerosas denuncias por las continuas sustracciones en garajes y trasteros. De ellos sale una parte de las bicis del mercado negro de segunda mano.


¿Cómo (intentar) evitar un robo?


Dejar una bici aparcada en la calle es un ejercicio de alto riesgo. A los ladrones, expertos en el desarme de cadenas y candados, poco les importa ponerse manos a la obra a plena luz del día en la calle más concurrida.


Por ello, explica Arturo Sancho, responsable de La Ciclería -el centro social que promueve el uso de la bicicleta en Zaragoza-, resulta fundamental extremar las precauciones: "Hay que procurar, primero, que la bici no duerma en la calle. Cuando se tenga que dejar en la vía pública se debe emplear el mayor nivel de seguridad posible".


El material antirrobio, aconseja Arturo, "debería suponer, al menos, el 10% del coste total de la bicicleta". Como poco, el vehículo debería dejarse asegurado con "un candado de tipo 'U' que ate el cuadro y una rueda al aparcabicis y una sirga que proteja la otra rueda".


Desconfiar de los chollos


Buceando por los portales de compraventa de productos de segunda mano, no resulta nada complicado toparse con bicicletas y piezas demasiado baratas. Mala señal. "Hay que estar alerta con las bicis que cuestan poco dinero, con precios por debajo de su valor real en el mercado de segunda mano", indica el responsable de La Ciclería. También es aconsejable comprobar el número de bastidor y procurar que el vendedor acredite la propiedad del ciclo.